Comedor de 15 mdp “es un derecho laboral”
Directora del Conacyt asegura que el pago por alimentos como salmón, no es un lujo
La directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla, considera que el servicio de comedor por el que pagaron 15 millones de pesos “no es un lujo, sino un derecho laboral”, así lo afirmó en redes sociales.
En el programa Así las cosas, de Carlos Loret de Mola, la directora alegó que el precio anual para el comedor es de 6 millones de pesos, pero sólo se refirió al monto mínimo aprobado de la licitación, sin precisar que el monto máximo fue de 17 millones y que se contrató por una cantidad cercana a ese máximo.
En el expediente 1890904, que se puede consultar en la plataforma pública CompraNet, aparece el contrato, firmado el 22 de abril, que revela que el importe total sin IVA es de 15 millones 78 mil 457 pesos; ese contrato se mantiene activo y estará vigente hasta el 31 de diciembre de este año.
Ayer, EL UNIVERSAL informó que Conacyt contrató por 15 millones de pesos a la empresa Pigudi Gastronómico S.A de C.V para un servicio de comedor que incluye chef, saloneros y hasta nutriólogo que diseña y supervisa los menús que a diario sirven en la sede central del organismo.
La directora trató de justificar ayer que este comedor, donde exclusivamente se preparan alimentos “agroecológios sin tóxicos y orgánicos, así como cárnicos de primera calidad”, costó menos al erario público.
“Los menús del comedor de Conacyt corresponden con la dieta tradicional mexicana, cuidando solamente que no se les dé a los trabajadores alimentos que puedan traer tóxicos”, dijo Maria Elena Álvarez-Buylla para Así las cosas.
Aunque Conacyt exigió a su proveedor, en la Lista de Requerimientos para los Insumos, cárnicos de primera calidad; cerdo (sólo una vez por mes y orgánico); pescado como salmón, huachinango, robalo; pollo orgánico; arroz silvestre o integral; leche de vaca orgánica o de almendras; mostaza de dijon natural; extracto de vainilla natural; pay de frutos rojos de fruta natural; café de grano orgánico de productores campesinos; tortillas de maíz nixtamalizado criollo y tlacoyos de productores campesinos sin transgénicos y sin glifosato.
“Todos deberíamos estar comiendo así en nuestras casas. Sí, fuimos estrictos, no queríamos que los trabajadores estén consumiendo alimentos que puedan traer tóxicos”, agregó la directora.
La licitación fue pública nacional, pero sólo completó el proceso Pigudi, ninguna otra empresa mandó proposición. No es la primera vez que esta compañía es contratada por el gobierno, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto fue el proveedor consentido, remunerado por 25 millones de pesos.
El UNIVERSAL solicitó al área de Comunicación del Conacyt una entrevista con la directora para que informara de la contratación de este oneroso servicio, pero al cierre de esta edición aún no había respuesta.
La semana pasada, directores de los 27 Centros Públicos de Investigación entregaron una carta a la Oficina de la Presidencia, donde señalaron que por las medidas de austeridad que ha implementado Conacyt, batallan para pagar servicios elementales como la luz. La operación de los Centros está en riesgo y de seguir así podrían colapsar este año.