“De las lunas, la de octubre es más hermosa porque en ella se refleja la quietud", cantaba Pedro Infante y sin duda, es una creencia que ha pasado de generación en generación, pero ¿será cierto que las lunas de octubre son las más bellas?

De acuerdo con la maestra Brenda Carolina Arias , coordinadora de Comunicación de la Ciencia en el Instituto de Astronomía de la UNAM , todo es cuestión de percepción y de una combinación afortunada de factores “porque finalmente es muy lindo ver la Luna”.

“No es que cada octubre de cada año suceda algo especial con nuestro satélite natural , más bien lo veo como un conjunto de coincidencias que permiten esta percepción de verla un poquito más grande, más brillante”, explica Arias.

Algunos factores que se pueden combinar, según la especialista, son los siguientes: el cambio de estación , la duración de la noche y el perigeo .

En octubre tenemos un cambio perceptible en el clima porque se está terminando el verano y se inicia el otoño. “Digamos que hasta antes de que fuera muy notorio el calentamiento global y sus consecuencias, las estaciones del año estaban muy bien definidas, primavera, verano, otoño e invierno. De verano a otoño empezaba a hacer mucho viento y esto despejaba el cielo, pero tres meses antes durante el verano teníamos muchas lluvias. Entonces, uno de los factores es que en octubre es cuando volvías a ver la Luna porque quizá los cielos de agosto, de julio y de septiembre estaban lluviosos, nublados y no era fácil ver la Luna durante esos meses”, asegura Arias.

Otra factor es que durante octubre la llegada de la noche es más temprano “porque comienzan a ser los días con mucho más tiempo oscurecido, entonces este contraste del cielo oscuro más temprano, y el que comienza a salir la luna, nos hace verla más”, dice la coordinadora de Comunicación de la Ciencia en el Instituto de Astronomía de la UNAM .

Además, si aunado a eso le sumas que la primera Luna de octubre que se ve, es Luna llena y coincide con que está en perigeo, es decir, en la parte más cercana en su órbita alrededor de la Tierra, “pues entonces la percibimos ligeramente más brillante y más grande”.

Arias dice que no es que la Luna tenga características físicas intrinsecas, sino más bien es “un acumulado de factores que nos dan esa percepción de que es más bella, y porque decimos que más bella es porque es más brillante”.

Tanto es la fascinación del hombre por la Luna que hasta la NASA le dedicó un día. “La noche de la observación de la Luna en todo el planeta será el 28 de octubre, y no es el día de la Luna llena, que será el jueves 5, pero no lo hacen en Luna llena porque es demasiada luz y es muy difícil verla a través de un telescopio y preferimos hacer la observación cuando la Luna está en cuarto creciente, es decir, cuando sólo refleja un cuartito de su superficie en la luz del Sol”.

jpe

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