Desde que empezó el año, ya van tres meses, y si no te lo has preguntado, es buena hora de hacerlo: ¿Cómo van las finanzas? A principios de este 2018 varios estudios diagnosticaron que la cuesta de enero podría prolongarse hasta marzo, ya sea debido a que hasta ese mes los mexicanos que gastaron de más durante las rebajas de fin de año iban a recuperarse, o debido al alza de precios que se llevó a cabo en enero pasado y que en algunos productos continúa, lo cual estaba pegando de una manera fuerte a las finanzas de los ciudadanos. Ya pasados estos meses, es conveniente recapitular y hacer un diagnóstico financiero de cómo va la cartera.

Se trata de hacerte preguntas y empezar a trabajar en encontrar las respuestas, porque estás en un excelente momento de rescatar las metas que te propusiste en Año Nuevo, en las que no has empezado a trabajar, y ponerte a ello ya.

¿Ya terminaste de pagar tus deudas? Si no lo has hecho o si no has empezado, es hora de hacerlo. Dave Ramsey, uno de los especialistas en finanzas personales más conocidos en Estados Unidos, coloca el deshacerse de las deudas en el número dos de su listado de “pasos de bebés” (baby steps) que hay que dar para alcanzar la paz financiera, y asegura que “dar este paso hará una gran diferencia en tu vida diaria”. Estar endeudado no sólo te impide alcanzar tus metas, sino que incluso puede afectarte de manera sicológica y física por el estrés que provoca.

Lo que él propone es que sigas el método de la bola de nieve, el cual consiste en enlistar las deudas que tienes, de la más pequeña a las más grande, y empezar pagando la más pequeña. Ya que lo logres, es necesario que agregues el monto que dedicabas a esta a la siguiente, y así de manera sucesiva.

“Cuando empiezas derrotando las deudas más sencillas, vas a ver resultados y estarás motivado para deshacerte de toda la deuda. Conforme vayas pagando las deudas, tu flujo de dinero irá aumentado y las deudas más grandes se acabarán más rápido de lo que piensas”, explica en este listado.

Ahora bien, si ya pagaste tus deudas, haz un poco de memoria y recuerda cuáles fueron tus propósitos de Año Nuevo con respecto al dinero. ¿Cómo vas con eso? Tal vez no tan bien porque son en realidad pocos —cerca de 19%, según un estudio de TSNGlobal— quienes sí cumplen a fin de año lo que prometen a principios.

Ya sea que te hayas propuesto ahorrar más, comprar un auto o empezar a acumular capital para la escuela de tus hijos, es hora de ponerte a ello si no lo has hecho. Como casi todo en las finanzas personales, pasa por la realización de un presupuesto, lo que te permitirá decidir cuánto tiempo tardarás en alcanzar esa meta y si necesitas recortar o de plano buscar otras entradas de dinero para lograrlo.

Hay que decirlo: el presupuesto precisamente no es algo muy divertido de hacer, pero es el rey de las finanzas personales y es el que se va a convertir en tu aliado, porque no basta con hacer las cuentas mentalmente para tener control de tu dinero. Incluir estas metas y sueños hará que puedas tener el control en tus gastos, ya que si no los incluyes, es más probable que te desanimes en el camino. No se trata de contabilizar sólo por el mero hecho de que es una buena práctica. Tener un propósito siempre es el motor. Ahora, siéntate, saca de tus bolsillos y de la cartera todos los tickets que tienes, junto con tus estados de cuenta bancarios y tu banca en línea. Eso te va a ayudar a rastrear tu dinero. Descarga una app y un formato en Excel que te permita llevar este control (hay muchos formatos que son descargables de manera gratuita en internet), además de un lápiz y un papel.

Empieza por anotar tus ingresos. Luego pasa a los gastos fijos, es decir, luz, gas, agua, deudas por pagar, meses sin intereses, etcétera, vaya, todo aquello en lo que gastas cada mes. Si tienes pareja, entonces háganlo entre los dos. Aunque siempre es conveniente hacer también un presupuesto de tipo personal.

“Pueden empezar sumando el sueldo de los integrantes de la familia que aportan al hogar e incluir entradas adicionales como el aguinaldo y bonos que saben les esperan, y a este total restar los gastos fijos como la renta o hipoteca, servicios de gas, luz y agua, o colegiaturas. En la sección de gastos fijos también se debe incluir aquellas deudas a meses, con o sin intereses, que ya se tengan”, explica Principal Financial Group en un comunicado al respecto.

Dentro de este rubro debería estar ya incluido el ahorro, pero si no lo tienes previsto, es momento de determinar cuál es la cantidad que puedes destinar a este rubro. Lo ideal sería que guardaras 40% y gastaras el resto de manera corriente. Este 40% va dividido en gastos de corto, mediano, largo plazo y un fondo de emergencia (más o menos 10% a cada uno). En esta parte de ahorro es donde van a entrar los propósitos de Año Nuevo. Ya sea que quieras empezar a ahorrar para la universidad de tus hijos [largo plazo] o que quieras irte de fin de año a Cancún [corto plazo]. Poner las finanzas en orden es una tarea que exige constancia, pero con el tiempo la constancia paga y verás frutos.

Reserva de emergencia, esencial

Si no tienes este fondo, es una de las primeras cosas en las que tienes que ocuparte, porque estos y los seguros son los que te van a permitir afrontar cualquier imprevisto en la vida.

Ramsey recomienda hacer dos fondos de emergencia. El primero debería ser de alrededor de 20 mil pesos. “Ya sea el plomero o los frenos de tu coche, con este fondo puedes estar listo”, asegura. Él pone la elaboración de este primer fondo de emergencia como el primer paso hacia la paz financiera, ya que asegura que cuando salga un imprevisto, este acumulado te ayudará a no caer en deuda. Él lo pone de prioridad —en el orden del pago de deuda, la elaboración de presupuesto y la generación del presupuesto los especialistas difieren en opiniones— y da varios tips para lograrlo.

Haz una venta de garaje en la que te deshagas de cosas que no necesitas, vende esa joyería que no gusta en realidad y que nada más estás acumulando, búscate un trabajo de medio tiempo que te ayude a juntar esa cantidad, pasea perros o utiliza alguna habilidad desarrollada y da clases de ello. Que tu propósito financiero de corto plazo sea juntar esta cantidad para que si tienes un imprevisto no tengas que endeudarte ni dar el tarjetazo con tu crédito.

El otro fondo que propone Ramsey es uno más robusto, el cual consiste en acumular una cantidad equivalente a tres a seis meses de tus gastos, ya que esto te va a permitir protegerte “de las sorpresas más grandes de la vida”. Estos dos fondos deben estar listos para poderlos usar en cualquier momento. Ya sea que uses una cuenta de banco [el más pequeño] y en un fondo de deuda que sea muy líquido. Es muy importante construir estos fondos, ya que esto te permitirá estar seguro ante un despido o algún evento imprevisto de la vida.

De manera adicional, los seguros también te protegerán ante cualquier adversidad. Si tienes familia que te gustaría dejar protegida, un seguro de vida es el siguiente paso. Si no la tienes, quizá necesitas sólo uno de gastos médicos mayores que incluya la opción de invalidez, ya que este no sólo te protegerá ante enfermedades, sino también ante la posibilidad de que te accidentes y no puedas volver a trabajar jamás.

Aunado a esto, no tienes que dejar de lado el ahorro a largo plazo. Este forma parte de 40% de tu presupuesto que estarías destinando al ahorro. Los porcentajes de este 40% que vas a destinar a corto, mediano y largo plazos pueden ser muy variables.

Algunos especialistas recomiendan destinar al menos 10% al largo plazo; Ramsey sugiere dedicar 15% del ingreso al retiro. Ya sea que lo hagas directamente a tu Afore, a través de ahorro voluntario; que contrates un plan personal de retiro, o que escojas invertir en algún fondo de inversión a largo plazo, no dejes de lado —tengas la edad que tengas— este rubro. Tu propio yo en 40 años lo agradecerá.

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