El 2019 está por terminar al igual que las festividades de fin de año que siempre representan un desajuste en las finanzas del hogar. Tras la época de celebraciones navideñas, es momento de afrontar la realidad y comenzar a establecer un presupuesto que ayude a suavizar el impacto a la economía el año que viene.

Un presupuesto es un plan para llevar un mejor control sobre los ingresos que se obtienen y los compromisos o deudas que se deben cumplir. Por ello, es importante conocer todos los gastos que hay que cubrir en 2020 con la finalidad de mantener las finanzas sanas.

Para elaborar un presupuesto, lo primero es conocer el monto de los ingresos, de acuerdo con la firma de soluciones financieras Principal. Aunque muchas personas perciben ingresos fijos, no siempre se tiene la certeza de la cantidad exacta que entra al bolsillo mes con mes, por lo que dedicar un tiempo a hacer una estimación puede aliviar las presiones que comienzan con la cuesta de enero.

El segundo paso es definir los gastos fijos, es decir, el pago de la renta, tarjetas de crédito, luz, agua, gas, teléfono, internet, colegiaturas, entre otros, señala la organización. Una vez sumado el monto a desembolsar, se debe considerar el dinero que se emplea al ahorro o inversiones, ya que la recomendación de especialistas es destinar entre 10% y 15% de los ingresos totales a ahorrar para evitar situaciones difíciles a lo largo del año.

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Además, es muy importante saber qué tan holgada está la cartera y cuál es el margen real para mejorarla, pues una cartera sana es aquella en la que los ingresos siempre son mayores a los gastos y si pasa lo contrario, hay que empezar a optimizar recursos.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros ( Condusef ) estima que en el país 5% de la población siempre hace compras que no tenía planeadas o fuera de su presupuesto, mientras que 8% lo hace en una menor medida.

Una de las mejores formas para mantener las finanzas sanas es reconocer los gastos hormiga y reducirlos, porque a pesar de que a primera instancia se perciben como gastos menores, a la larga representan un monto importante que puede utilizarse para cubrir gastos prioritarios. Por ejemplo, si en la oficina se tiene la costumbre de tomar un café de 30 pesos de lunes a viernes, en un año esa cantidad ascenderá hasta 7 mil 590 pesos.

Nunca es tarde para comenzar a utilizar el presupuesto como una herramienta para mejorar las finanzas, pero el fin de año es un gran momento para dar ese paso.

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afcl

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