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La compra que hizo Petróleos Mexicanos (Pemex) el sexenio pasado por las dos empresas de fertilizantes fue un fracaso, al menos en producción, dijo el analista del sector energético y socio de la consultora Caraiva y Asociados, Ramsés Pech.

Explicó que fue un fracaso financiero porque el proyecto no estuvo ligado a tener continuidad en la materia prima y el volumen de venta para amortizar la inversión, pero desde el punto de vista técnico, porque no contempló la calidad de insumos para plantas (gas natural).

Al haber hecho la adquisición, las metas que se propuso Pemex, encabezada entonces por Emilio Lozoya , eran crecer 25% la producción de Fertinal y reactivar la producción de urea de Pro-Agro en un millón de toneladas anuales a partir de 2017.

Sin embargo, los resultados reflejan que la producción estatal —a través de Pemex Transformación Industrial— de materias primas de la industria petroquímica, de etileno y fertilizantes , se derrumbó 62.7% entre enero de 2015 y abril de 2019.

En el Informe de gestión de Pemex Fertilizantes y Empresas Filiales 2015-2018, se hizo saber que se “recibieron —en julio de 2016— activos en una situación crítica”.

En el documento, Carlos Alberto Treviño Medina, entonces director de Pemex, y Juan Alfredo Lozano Tovar , director de Pemex Fertilizantes, hicieron referencias a las contingencias financieras y operativas de las empresas que conformaron la subsidiaria de los fertilizantes.

“Maquinaria y equipos que demandaban atención urgente; vulnerabilidad financiera que presentaba escenarios de quiebra estructural , y un deterioro que restaba valor y limitaba fuertemente la posibilidad de construir alianzas o asociaciones en el mercado nacional e internacional”, señalaron.

Además, explicaron que “al considerarse que los fertilizantes son un negocio secundario al petrolero, no se le ha dado prioridad”.

Para 2018, la petrolera tuvo que reconocer un deterioro de los activos por 212.6 millones de dólares, el cual se debió a que, en su adquisición “todas las plantas estaban en condiciones inservibles y sólo se rehabilitaron las dos de urea”.

Accidente histórico.

El gobierno de Enrique Peña Nieto calificó como un “accidente histórico” no haber entregado toda la cadena de producción de fertilizantes a la iniciativa privada en 1991, cuando se inició la privatización de Fertimex.

En el Plan de Negocios 2017-2021 de la subsidiaria Pemex Fertilizantes, en poder de EL UNIVERSAL, la pasada administración consideró que no haber entregado la producción de amoniaco, desprotegió a Fertinal y a Agro Nitrogenados (Pro-Agro) que fueron vendidas a particulares, más tarde rescatadas por el gobierno federal.

De esta forma, la dirección de Pemex, encabezada por Emilio Lozoya Austin, justificó en parte la compra de ambas empresas.

El documento agrega que en 2014 y 2015, Pemex inició un proceso de reestructura de esta industria adquiriendo Pro-Agro y Fertinal, lo que le permitiría a la petrolera contar con los elementos para conformar una cadena integrada y eficiente para la producción de fertilizantes.

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