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La persistente caída en la producción de petróleo crudo, materia prima para producir gasolinas y diesel, pega en las metas trazadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) en su programa operativo anual 2019.
El rezago aleja a la petrolera de los compromisos no sólo de producción de combustibles automotores comprometidos para efectos presupuestales del presente ejercicio fiscal, sino también en ingresos que dejó de captar por su venta.
Pemex habría perdido 56 mil 216 millones de pesos por la gasolina y diesel que no produjo y su costo de venta, a los precios actuales.
Lo que ha dejado de producir Pemex equivale a dejar sin gasolinas Magna y Premium a 5.6 millones de vehículos o 15.1% del parque vehicular nacional.
El costo de los 110.06 mil barriles diarios que dejaron de producirse, a precio promedio de los primeros cinco meses del año, representan 28 mil 597 millones de pesos que no entraron a las arcas de Pemex.
Lo mismo ocurre con la producción de diesel, pues la diferencia entre la plataforma de producción real alcanzada en el periodo enero-mayo y las metas de su programa anual es de 99.06 mil barriles diarios en promedio.
Este volumen de diesel representa haber dejado sin suministro a 258 mil vehículos o 32.2% del parque vehicular a diesel.
El costo del volumen de diesel que no se suministró alcanza los 27 mil 619 millones de pesos en los primeros cinco meses del año.
Caída en extracción. El problema principal para no cumplir las metas mensuales comprometidas en su programa operativo anual en combustibles automotores tiene que ver con la menor disponibilidad de petróleo crudo.
A diferencia de los primeros cinco meses del año pasado, Pemex produceo 200.96 mil barriles diarios menos, por diferentes razones, entre las cuales están los bajos niveles de inversión en exploración y producción y la declinación natural de los principales campos.
Ese volumen de crudo que dejó de procesarse equivale a lo que produce una refinería como Cadereyta a plena capacidad.
Por ello, según información de Pemex, la baja disponibilidad de esta materia prima provoca que las refinerías operen a bajas capacidades y hoy procesen 84.2 mil barriles diarios menos que hace un año.
Si se le compara con los primeros cinco meses de 2004, cuando México alcanzó el pico de producción de petróleo crudo más alto de su historia, las refinerías ahora procesan 759.9 mil barriles menos.
La subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, sostiene que el efecto de tener menos petróleo crudo disponible y, en consecuencia, menos producción de gasolinas, ha obligado al gobierno federal a mantener una activa presencia en los mercados internacionales, sobre todo entre refinerías de Estados Unidos para comprar el combustible que no se produce en el país.
Los datos relacionados con las importaciones en los primeros cinco meses del año, muestran que 7.3 de cada 10 litros que consumen los mexicanos se producen en refinerías extranjeras.
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