En pleno confinamiento para evitar la propagación del coronavirus, los huachicoleros operan con normalidad y mantienen cautivos ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), al realizar 2 mil 646 perforaciones ilegales, equivalentes a 1.2 tomas por hora en promedio durante los primeros tres meses del año, para sustraer gasolinas, diesel y turbosina, entre otros.

El crimen organizado dedicado al robo de combustibles tampoco está dando tregua en cuanto a la perforación ilegal para sustraer gas licuado de petróleo (LP), pues en el primer trimestre ejecutó 474, equivalente a un promedio diario de 5.2 tomas clandestinas.

Incluso, la Gerencia de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo de Pemex alerta sobre el preocupante aumento de tomas clandestinas en ductos de la petrolera que transportan gas LP, pues durante el periodo enero-marzo de 2019 se habían reportado 213 perforaciones para sustraer gas, lo que representa en este caso un incremento de 122% de un trimestre a otro.

En información difundida entre inversionistas, Pemex reconoce que México ha experimentado un incremento en las actividades delictivas y estos hechos pueden afectar las operaciones de la empresa petrolera.

Ni coronavirus pone un freno al huachicoleo
Ni coronavirus pone un freno al huachicoleo

Añade que como respuesta a esta problemática, el gobierno federal ha implementado varias medidas y ha reforzado las fuerzas militares y policíacas al tiempo que la empresa ha establecido varias medidas estratégicas que buscan reducir el robo y otras actividades delictivas contra las instalaciones.

No obstante, y a pesar de estos esfuerzos, “este tipo de actividades delictivas continúan… algunas de ellas contra las instalaciones y productos de Pemex. Estas actividades, su posible incremento y la violencia asociada a ellas podrían, en un caso extremo, tener un impacto negativo en la situación financiera y los resultados de operación de la empresa”, advierte la petrolera.

Impacto

De acuerdo con información obtenida por EL UNIVERSAL, vía la Plataforma Nacional de Transparencia, la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex reportó que entre el 1 de enero y el 31 de marzo, la red de ductos de la petrolera —conformada por 17 mil kilómetros— reportó 2 mil 646 perforaciones ilegales para sustraer todo tipo de petrolíferos desde gasolinas, diesel y turbosina, entre otros.

El reporte detalla que Hidalgo, Puebla y Estado de México son las entidades favoritas del crimen organizado dedicado al robo de combustibles.

Estas tres entidades federativas concentran seis de cada 10 tomas clandestinas reportadas a escala nacional.

Respecto al robo de gas LP, Pemex sostiene que desde 2019 se estaba dando seguimiento a un incremento importante en las operaciones de los huachicoleros dedicados al robo de este carburante.

En 2018, la petrolera había reportado 206 tomas clandestinas, para 2019 la cifra se elevó a mil 306, y para el primer trimestre de este año ya son 474.

Petróleos Mexicanos sostiene que en el primer trimestre del año pudo asegurar por el delito de robo de hidrocarburos en su modalidad de toma clandestina 184 mil 925 litros, al tiempo que presentó 791 denuncias por el mismo delito.

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