Chocan las Afore y Consar por comisiones

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Nuevas reglas para calcular las comisiones que cobran las Afore a sus clientes en México han abierto un debate entre la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y las administradoras del ahorro de los trabajadores.

La Consar envió en días pasados a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) el anteproyecto sobre nuevas políticas y criterios en materia de comisiones con el que el organismo busca evitar cobros excesivos a los trabajadores con cuenta de Afore para el periodo 2020 a 2024.

Chocan las Afore y Consar por comisiones

En 2019, las Afore cobran en promedio una comisión de 0.98% y la Consar se ha comprometido a reducirlas al cierre del sexenio debajo de 0.70%. En 2018, las 10 Afore que operan en México ganaron 32 mil 100 millones de pesos por cobro de comisiones, según la Consar.

La pelea. Las nuevas disposiciones de la Consar han provocado reacciones en contra por parte de las administradoras, al considerar que puede afectar a las Afore con más clientes. En opinión de la Asociación Mexicana de Afore (Amafore), los cambios pueden perjudicar a trabajadores.

“El objetivo que se pretende con el acuerdo es disminuir una dispersión entre las comisiones actualmente vigentes, lo que se podría interpretar como un intento de hacer que las comisiones sean lo más similares posibles. Esta situación violenta las disposiciones constitucionales en materia de competencia económica y afecta las posibilidades de seleccionar la Afore más conveniente”, explicó la Amafore a la Conamer.

Dos administradoras con el mayor número de clientes, CitiBanamex y Azteca, también lo criticaron.

“La redacción propuesta carece de certeza jurídica. No es posible determinar si se busca afectar a las Afore que están invirtiendo más en favorecer traspasos [cambios de Afore]... Podría tener implicaciones al amparo de tratados, incluyendo sin limitar bajo el TLCAN”, expuso CitiBanamex.

Afore Azteca explicó que la metodología no beneficia al trabajador, sino que tiene por objeto castigar el crecimiento de las administradoras, condenando a las Afore a mantener su nivel de ingresos, desincentivando esfuerzos de crecimiento.