Debido a la resiliencia que ha mostrado la economía y a que se descarta una recesión en Estados Unidos para el próximo año, el Banco de México (Banxico) se contagió del optimismo que prevalece para las expectativas del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

El banco central elevó sus estimaciones para 2023 y, de manera sorprendente, ajustó al alza el pronóstico de crecimiento del último año de la presente administración.

Para el año en curso espera que la economía crezca entre 2.5% y 3.5%, con estimación central de 3%, desde un nivel previo de 2.3%.

En tanto, para 2024 hizo una revisión puntual de 1.6% a 2.1%.

La actualización para 2023 va en línea con las previsiones oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de analistas, pero están arriba de las que esperan algunos organismos multilaterales.

En julio pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su pronóstico para la economía mexicana para 2023, al pasar de 1.8% a 2.6%; sin embargo, para 2024 la recortó 0.1 puntos porcentuales, quedando en 1.5%.

Por su parte, el Banco Mundial (BM) anticipó un crecimiento este año de 2.5 %, desde 1.5% que pronosticó en abril pasado, y para 2024 lo subió de 1.8% a 1.9%.

El consenso de 36 grupos de análisis y consultoría del sector privado nacional y extranjero consultados por el banco central revisó al alza su estimado del PIB para este año de 2.50% frente a 2.30% que tenía en la encuesta pasada, y para 2024 se mantuvo en 1.50%.

Sin embargo, recientemente diversas casas de análisis han revisado sus estimaciones con posibilidades de una expansión de 3% para este año, e incluso más.

Desaceleración en EU

La gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, señaló que el crecimiento se ajustó al alza por el buen comportamiento de la demanda agregada, asociada a una evolución positiva del gasto interno, como servicios e inversión.

Hacia adelante estos elementos continuarán apoyando la dinámica de las actividades económicas en un contexto externo complejo e incierto, manifestó.

“Continuamos esperando una desaceleración de la economía de Estados Unidos el próximo año; el mayor riesgo está relacionado con un desempeño más débil”, apuntó durante la presentación del Informe Trimestral de la Inflación.

Sobre una posible recesión en Estados Unidos, admitió que, por supuesto, afectaría a la economía en México; sin embargo, no implicaría que se presente una recesión aquí, pues dependería de la severidad.

El subgobernador Jonathan Heath afirmó que sí es viable crecer a tasa de 3% e incluso por arriba de ese nivel en 2023.

Banxico se contagia del optimismo sobre el PIB
Banxico se contagia del optimismo sobre el PIB

Recordó que sorprendió que a inicios de año había analistas con previsiones de expansión del PIB de 1%, ni siquiera cercano a 2%, y algunos anticipaban 0%, por una recesión en Estados Unidos que no llegó.

Heath destacó que el crecimiento está sostenido no sólo por el consumo de los hogares a través de las remesas, sino también por el incremento en la masa salarial, que es el ingreso disponible de las familias el cual se ha mantenido.

SHCP ratifica crecimiento

Por separado, el susbecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, afirmó que México está creciendo entre 3% y 4% después de la pandemia de Covid-19.

“Ha habido un cambio estructural en la forma en que México está creciendo, porque hay más inversión extranjera directa y se está empezando a materializar la relocalización de empresas (nearshoring)”, aseguró en entrevista tras clausurar la Primera Semana Fintech.

Refirió que hace un año se hablaba de un desplome económico, pero hoy pocos analistas ven esa posibilidad, ya que no hay indicios de una recesión en Estados Unidos ni en México.

Tasas no bajarán

Sobre las tasas de interés, Rodríguez Ceja dijo que todavía no se prevé hacer algún cambio.

“No está sobre la mesa, no es un tema que se haya tocado”, precisó en conferencia de prensa tras dar a conocer el reporte trimestral.

Lo anterior, expuso, porque el panorama para la inflación aún es complejo, por lo que se requiere mucha cautela.

Señaló que los periodos de desinflación no son lineales, de ahí que se Banxico esperará a tener más elementos contundentes para actuar.

“Necesitamos tiempo para que se consolide, dar ese espacio para que la política monetaria opere”, matizó la gobernadora.

A su vez, Heath estableció que, si bien la inflación subyacente ya tocó techo en noviembre pasado, aún no lo hace la no subyacente, que contiene los precios más volátiles, por lo que se conducirán con mucho más cuidado.

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