Los diccionarios afirman que la palabra “paradoja” encierra y envuelve una contradicción, un dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Las formulaciones aquí expuestas darán cuenta de cómo los laguneros están afrontando los problemas de seguridad, aprendiendo a vivir con instituciones poco confiables, y con gobiernos poco efectivos para solucionar los problemas, sabiendo que somos vulnerables ante la delincuencia, invirtiendo en medidas preventivas a consecuencia de la inseguridad, modificando nuestros hábitos por temor a la delincuencia; pero (y aquí viene lo paradójico), la sensación de seguridad ha ido mejorando, es decir, nos sentimos cada vez más seguros, además se tiene una buena expectativa de que las cosas podrán mejorar gradualmente. Entonces, podemos decir que sí es posible sentirnos seguros, pero a la vez debemos estar alertas y conscientes de una clara vulnerabilidad ante la delincuencia.

Recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), desglosada por ciudades y regiones, cuyo objetivo consiste en generar información trimestral sobre el fenómeno delictivo, así como conceptos como la sensación de inseguridad, la expectativa del delito, el desempeño gubernamental, entre otros.

Celebramos que esta encuesta por fin contemple a la Laguna a partir de su edición de junio de este año y que considera para su evaluación a los municipios de Torreón y Matamoros en el estado de Coahuila, así como Gómez Palacio y Lerdo en el estado de Durango. Ha sido un gran acierto el evaluarnos como una región conurbada con sus particularidades y más allá de los limites estatales, considerando la concentración tan importante de población que aportan a cada entidad. Sin embargo, esta decisión llega tarde, ya que era necesario atender una región sumamente golpeada por la inseguridad y los efectos que todo este fenómeno ocasiona a la sociedad civil y a su entorno, por lo tanto, dotar a las autoridades de información para que mejoraran sus políticas públicas era fundamental e imprescindible, además de ofrecerle a la ciudadanía una visión más clara sobre el fenómeno delictivo.

La lectura de las Encuestas

En los resultados que publicó la ENSU se encontró que el 51.6% de los Laguneros se sienten inseguros, cifra que mejoró respecto a la edición de junio en donde este indicador se ubicaba en un 59.5%, pero si lo contrastamos con el resultado a nivel nacional en donde el 71.9% de los mexicanos se sienten inseguros podemos concluir que en cuanto a percepción se ha mejorado sensiblemente respecto a lo nacional, pero argumentar que la mitad de las personas se sienten inseguros no es tema menor, y no debe considerarse como un logro dicha reducción.

Entendamos que algunos delitos de alto impacto como el homicidio doloso han disminuido de forma sostenida año con año según cifras oficiales y esto sin duda ha alimentado la mejoría de la percepción sobre la seguridad pública, puesto que hoy ya salimos con más frecuencia a la calle, cuando en los años difíciles muy pocas veces se veía.

En lo referente a la percepción de inseguridad, podemos apreciar en la siguiente gráfica los espacios físicos específicos en donde los ciudadanos manifiestan sentirse más inseguros. El cajero automático es el lugar con mayor percepción de inseguridad, que coincide con el resultado a nivel nacional, el 76.0% así lo manifiesta, seguido de las Instituciones Bancarias con el 60.7% y en el Mercado con un 54.7%.  Si comparamos la edición de junio con la de septiembre se puede decir que hay un ligera mejoría en las percepciones en cada uno de los lugares donde la gente se siente más insegura.

En otros resultados de la ENSU encontramos por ejemplo, que el 16.1% de los laguneros tienen la expectativa de que la situación de seguridad empeorará, y nuevamente encontramos datos contradictorios sobre algunos que piensan que la situación mejorará.

Resulta muy difícil explicar todo el catálogo de conceptos que miden estas encuestas, por un lado según datos más recientes de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), las víctimas en el estado de Coahuila aumentaron 25.9%, los delitos relacionados con estas víctimas también crecieron un 35.4%, la cifra negra aumentó 91.2%, también el costo del delito aumentó 35% ubicándose en $6,122 pesos, si consideramos los gastos en medidas de protección y las pérdidas económicas. Por otro lado, la percepción de inseguridad mejoró sensiblemente al sentirse inseguros el 55.9% de los coahuilenses.

Otro dato de contrastes de la ENVIPE en Coahuila es que los tres delitos más frecuentes en la entidad son en orden de importancia: la extorsión, las amenazas verbales y por último el robo o asalto en calle. Si consultamos las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, nos indica que se registraron sólo 36 denuncias de extorsión en todo el estado para el año 2015, un promedio de 3 denuncias por mes, que de ninguna manera obedece a que sea el delito más frecuente como lo menciona la ENVIPE.

Debilidad de las Instituciones locales

Algo muy preocupante es que de manera consistente la confianza en las policías locales siga siendo reprobatoria, tal pareciera que las autoridades no le toman la mayor importancia a estas cifras, donde el 55.9% de los ciudadanos desconfía de su policía municipal, incluso como refiere la gráfica siguiente. La Laguna supera tanto al promedio nacional como al municipio de Saltillo en desconfianza de sus autoridades.

La percepción de efectividad del gobierno para solucionar problemas es mal calificado, ya que 3 de cada 4 laguneros ve a su gobierno poco o nada eficiente. ¿Cómo entonces podemos manifestar sentirnos más seguros, si desconfiamos plenamente en nuestras instituciones? Quizá el esfuerzo por dejar de tener miedo acentúa la percepción de seguridad.

Conclusiones opuestas a la lógica

Podemos concluir que si gastamos más en protegernos para no ser víctimas de la inseguridad entonces pueda existir una disminución en la incidencia delictiva y una mejora en la percepción de seguridad, lo que nos lleva a pensar que entonces la autoridad, las policías, los ministerios públicos y todas las instituciones relacionadas con brindarnos un derecho fundamental, no necesariamente están haciendo mejor su trabajo. Los resultados de las encuestas son entonces, muy contradictorios. No podemos negar el hecho que hay ciertas mejoras en cuanto a las denuncias de los delitos del alto impacto en La Laguna, pero también tenemos que reconocer que estamos viviendo una profunda crisis de legitimidad que afecta y limita nuestras actividades diarias.

Los cambios en nuestras conductas para sentirnos seguros han influido sin duda, pero la poca confianza en las instituciones hace que estas no funcionen adecuadamente. Necesitamos una cirugía mayor para perder el miedo, para aumentar el ánimo de cambiar aquello necesario para tener funcionarios más eficientes. La solución es posible, la solución está en todos.

Marco A. Zamarripa

Director del Consejo Cívico de las Instituciones, A.C.

@CCILAGUNAAC @zamarripa_marco @ObsNalCiudadano

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