¿No les pasa que tienen temporadas en las que se obsesionan con alguna prenda o estilo? A mi me pasa de manera frecuente. Agarro ‘mis modas’ y no las suelto. De repente me clavo muchísimo en un estilo determinado, en un color o parezco niña chiquita con vestido nuevo, y literal uso la misma pieza una y otra vez hasta el cansancio. Este síndrome lo he sufrido casi desde que era pequeña y he notado que con ‘la edad’ el problema se ha agravado.

Hace casi un año, estaba de visita en Nueva York con mi mejor amigo y fui a comprar zapatos (actividad predilecta cuando estoy en La Gran Manzana). Era época de rebajas y me encontré unas botas estilo vaquero de la marca hermana de Prada, Miu Miu. Eran bastante exóticas, me dejé convencer por Luis y no las compré. No saben el sufrimiento, duré semanas pensando en ellas, bueno está bien: meses. Como estaban en rebaja y eran bastante eclécticas, decidí buscarlas online para ver si tenía suerte de adquirirlas. Literalmente soñaba con ellas. Después de una ardua búsqueda en la red, ¡las encontré! Les cuento esta historia, porque estas botas han desatado en mí un estilo que no había explorado: el vaquero, con el que me he obsesionado al grado máximo en los últimos meses. Después de esas botas, que por cierto son grises con rosa y amarillo y tienen unos hermosos gatitos que las adorna, compré otras y otras más de distintos colores y marcas.

Ahora tengo mil y no paró ahí: me hice de más prendas (cinturones de doble hebilla, corbatines, vestidos, flecos ¡todo el kit vaquero!). Esta influencia ha estado presente desde hace varias temporadas, sin embargo creo que hoy toma muchísima fuerza y se las tengo que poner en el radar. Givenchy ya había retomado el tema, hace como cinco temporadas, igual que YSL, Maison Martin Margiela y Miu Miu (como mis botas).

De hecho, la semana pasada, Louis Vuitton presentó en Japón su colección Resort ’18 y las botas de influencia vaquera fueron el foco de atención; todo mundo enloqueció con ellas. Claro, es un vaquero medio espacial porque tienen elementos plásticos y transparentes, lo cual las hace aún más cool y contemporáneas, pero lo vaquero nadie se lo quita.

Mi recomendación es que se dejen llevar por la influencia y que la adopten a su vida diaria, pueden llevarla tan literal o sencillamente como les plazca. Luce con cualquier edad, y prácticamente con cualquier estilo. Todo dependerá de la interpretación que ustedes le den.

Por ejemplo, las botas son un buen elemento que va con todo: skinny jeans, pantalones, vestidos, faldas. Si no son muy arriesgadas un par negro está perfecto; si como yo, se dejan ir a la primera provocación entonces arriesguen y busquen unas en rojo o azul metálico. Otra excelente opción son los paliacates que se pueden convertir en un accesorio versátil: se lo pueden amarrar al cuello de mil y un formas, en el tobillo o la muñeca, inclusive como cinturón o blusa. Si no lo quieren llevar sobre ustedes, intenten amarrarlo al asa de su bolsa. ¡pum! Tienen una propuesta nueva para su clásico bolso negro. ¿Más ideas? Los cuellos o corbatines que pueden llevar como chokers. Busquen alguno con elementos texanos como una estrella, una brújula o la cabeza de un buey. La mezclilla también está de su lado con esta influencia.

Un elemento interesante puede ser un chaleco o poncho de flecos que puede complementar perfectamente. Los cinturones de dos hebillas tienen toda la onda del mundo. Creo que he abusado del estilo vaquero en los últimos meses, pero me siento muy cómoda (casi todas las botas son en tacón bajo o medio) y es una moda fresca para primavera y verano. A mi gusto también es muy sexy y femenina ¡combo ganador!

Nos leemos la próxima semana. Con cariño, Gina

Google News

Noticias según tus intereses