Por Óscar Colorado Nates*

Estamos en la era de los medios sociales, la convergencia, la transmedia y la pantalla omnipresente. De modo que no es extraño que el momento actual sea propicio para reflexionar sobre las fronteras y ámbitos de la imagen.

Gerardo Suter, en su tesis doctoral habla de la Imagen Expandida, término que reconoce afincado a la noción del Cine Expandido de Gene Youngblood.

La Imagen Expandida se entiende como un campo semántico extenso, plural, intermedial, dialógico y sinestésico. Las creaciones dentro de la Imagen Expandida son adjudicaciones críticas del medio no-rectilíneas, parecidas a los híper-enlaces que nos son tan familiares gracias al Internet.

Hoy no solamente se trata de crear obras de arte, sino de diseñar auténticas conexiones funcionales entre sistemas (narrativos, artísticos, creadores o receptores) que indagan, problematizan y buscan provocar la reflexión sobre los contextos sociales e históricos, la tecnología y el arte, la interacción, el diálogo, el espacio, el tiempo.

En esta generación de conexiones, que Piedrahita reconoce como interfaces, se trabaja con dispositivos como los montajes en sus diferentes expresiones (fijas o en movimiento), la instalación, el happening, la performance, el video. Son instrumentos que reflexionan, y buscan provocar la consideración sobre el discurso, el propio soporte, la potencialidad en la distribución/exhibición. Hoy como nunca, existe una hibridación estética, conceptual, tecnológica, de ecosistemas, redes sociales, interfaces y aplicaciones (apps).

En la Imagen Expandida, se actualiza la idea de McLuhan acerca de que el medio es el mensaje. Así, los medios –los canales, para mayor precisión- de la Imagen Expandida son recursos de expresión cruzada, heterogénea, donde la interacción y la colaboración resultan esenciales. La Imagen es expandida en lo discursivo, lo narrativo, pero también lo tecnológico y, desde luego, lo ético, lo estético y lo registral.

Las posibilidades de esta expansión de la imagen parecen inabarcables: desde la Big Data, pasando por el GPS, la imagen esférica (de 360º), la realidad aumentada, los medios sociales.

El soporte es a la vez canal y ecosistema. Existe una relación simbiótica entre creación/obra/distribución donde lo que prevalece es la interacción social, el diálogo. La intertextualidad y la apropiación son la monde de cuño corriente en la Imagen Expandida.

Lo sepamos o no, lo reconozcamos o no, la imagen contemporánea ha desbordado cualquier expectativa y la noción de Imagen Extendida nos ofrece un continente amplio y abierto, capaz de incluir de forma generosa a todas las aplicaciones, variantes, distribuidores, interfaces y conformación de la imagen.  Estamos, a no dudarlo, no solamente en una era de la imagen, sino en la era de la Imagen Expandida.

Extracto de mi  ponencia “Youngblood, Aristóteles y Muybridge: la Imagen Expandida como un fenómeno poliédrico” que presenté el 25 de octubre de 2016 en la Universidad Autónoma Metropolitana en el marco del  II Encuentro de Narrativas Audiovisuales: La Imagen Expandida organizado por los maestros Francisco Mata Rosas, Jacob Bañuelos, Alejandra Osorio y Jacob Bañuelos.  Texto © Coypright 2016 by Óscar Colorado Nates. Todos los derechos reservados.

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*Óscar Colorado Nates es crítico, analista y promotor de la fotografía. Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México). Autor de libros como Instagram, el ojo del mundo, Fotografía de Documentalismo Social, entre otros. Conductor del programa de radio sobre fotografía   Miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY) y creador de , blog de reflexión fotográfica líder en Iberoamérica.

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