Un estudio llevado a cabo por el Center for Digital Democracy y la American University en Estados Unidos descubrió el lado oscuro de los wearables.
Según su investigación, casi no existen resguardos de seguridad para los datos de salud de los usuarios y son múltiples las industrias que están expectantes para conseguir beneficios económicos.
En la actualidad, compañías como Apple o Fitbit se han asociado con firmas como Aetna o Cigna para que sus usuarios puedan conectar y acceder a servicios personalizados como pólizas de seguro o servicios de emergencia automáticos. Sin desmerecer esos beneficios, el estudio pone de manifiesto que la información usada está en riesgo potencial de caer en manos inescrupulosas.