La Ciudad de México es considerada el punto central de cualquier marcha. Cada inicio de año cientos de manifestantes pasan por las principales avenidas de la capital deteniendo el tráfico por horas e incluso por días. “Una marcha que dura arriba de dos horas es igual a 17 millones de pesos en ventas no realizadas”, asegura Humberto Lozano, presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México.

Y es que cinco de cada 10 manifestaciones marcan su ruta a través del corredor Reforma. Hay que entender que “muchos de los comerciantes que están en esa zona son única sucursal y las pérdidas son más fuertes para ellos, porque si está pasando una marcha la gente prefiere comprar en otras tiendas”, explica Lozano.

La Unidad de Datos de EL UNIVERSAL analizó el número de marchas y plantones reportados de enero de 2014 a enero de 2017. Los datos mostraron que el primer mes de 2015 fue uno de los más caóticos: 450 eventos que terminaron con el bloqueo de alguna vía, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación y el Reporte Vial de la ciudad. En promedio, cada evento duró entre hora y media y dos horas, sin tomar en cuenta aquellos que fueron plantones de más de un día. Avenida Juárez y Paseo de la Reforma fueron las vías más afectadas.

El 2015 fue el más intenso por las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en contra de la reforma educativa. Además, se unieron con los padres de los 42 normalistas desaparecidos y desde la segunda mitad de enero tomaron las calles de la Ciudad en diversas ocasiones.

El inicio de 2017 parecía que iba a superar cualquier cifra de años atrás. El 1 de enero la capital del país enfrentó la primera marcha: 300 manifestantes se reunieron en el Ángel de la Independencia para protestar por el alza a los precios de la gasolina. Un día después, más de una docena de manifestaciones y bloqueos se registraron en diferentes puntos de la ciudad. La temática de todas era en contra del gasolinazo. Durante 10 días consecutivos las marchas no pararon. En total, del 1 al 31 de enero de 2017 se registraron 84 marchas. Ocho de cada 10, es decir 66, eran con una temática política.

“El sector comercio no tuvo pérdidas importantes. Fueron muy mediáticas, pero los negocios no se vieron tan afectados. Muchas no llegaban ni a un centenar de manifestantes”, asegura el presidente de Canaco.

Aunque estas 84 marchas representan apenas 37% de todas las que se tienen registro en enero de 2016, las cuales fueron 226, la temática fue mucho más global que en otros casos. “El gasolinazo afectó a varios sectores de la sociedad. Y cuando la cuestión pega en el bolsillo, la reacción es contundente. La gente que no se moviliza normalmente, sí lo hace en estos casos”, explica Roberto Bermúdez, doctor en sociología de la UNAM.

A pesar de que las reacciones fueron inmediatas, el impacto quizá no fue tan notorio. “Las manifestaciones no se dieron en un sólo lugar porque no somos una sociedad uniforme (…) además el detrimento de las marchas puede estar relacionado con el miedo colectivo que ocurrió esos días, cuando se hablaba de infiltrados”, asegura Bermúdez.

2015, el más caótico

Tan sólo en los primeros 10 días de 2015 se registraron más de 70 manifestaciones o plantones en la capital. Uno de los de mayor duración fue un evento que se reportó el 9 de enero y finalizó tres días después.

El 26 de enero la situación se tornó más complicada. Calzada Ignacio Zaragoza, Tlalpan, avenida Insurgentes Norte y Paseo de la Reforma fueron tomadas por manifestantes casi al mismo tiempo. El reporte vial registró marchas que iniciaron a las nueve de la mañana y la hora de cierre fue cerca de las siete de la noche. Ese mes sólo era una muestra de lo que sería todo el año. “En 2015 fueron las marchas más impresionantes y con daños económicos más importantes en el sector comercio”, asegura Lozano.

En total, enero de 2015 reportó 450 marchas o plantones. 50%, es decir 234, tuvieron como lugar de partida algún punto de la delegación Cuauhtémoc. Cuajimalpa es la única demarcación que se libra de entrar en la estadística. Las pérdidas que pueden ocasionar estas movilizaciones van desde las ventas, el tiempo en el tráfico y las horas de trabajo interrumpido. Las manifestaciones de ese mes representaron una pérdida de mil 98 horas laborales.

En este periodo se registraron 297 plantones, la cifra más alta en los últimos tres años. Esto afecta mucho al comercio, pues no es una simple marcha que tarda un par de horas en cruzar. Los negocios tienen que permanecer cerrados por días enteros para evitar cualquier tipo de vandalismo, explica el presidente de Canaco.

Un ejemplo es lo que ocurre en la zona colindante a la Secretaría de Gobernación. “Los manifestantes llegan y se estacionan en Bucareli. Esto provoca que el comercio cercano abra sólo esporádicamente. Toda esa área ya perdió su valor comercial. Lo único que hay son negocios de autopartes”, dice Lozano.

Necesidad social

A pesar de que distintos sectores del comercio y expertos en movilidad hablan sobre el impacto de las marchas en el tráfico, ventas, tiempo y accesos a vialidades, los datos no son suficientes para establecer verdaderas afectaciones, asegura Xavier Treviño, codirector de Céntrico, colectivo dedicado a temas de movilidad urbana. Además, las manifestaciones son un elemento necesario para la sociedad. “Hay que pensar que si las prohibes, cómo vas a canalizar esa necesidad de expresión social”, señala.

“Las marchas son una válvula de escape para la frustración que vive la sociedad, aunque a veces se afecte a otros sectores, sobre todo el comercial”, explica el especialista de la UNAM.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses