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La capital de México se caracteriza por ser el epicentro de cualquier tipo de manifestación. Sus grandes avenidas son el escenario perfecto para exigir soluciones a diferentes conflictos. Esto no sólo genera kilómetros de tráfico y conductores desesperados; cada vez que los automóviles tienen que disminuir su velocidad a niveles mínimos, su nivel de contaminación aumenta.

Entre el 1 de enero y el 30 de abril, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México reportó 218 bloqueos, es decir, cuatro manifestaciones en promedio por día. El quinto viernes de 2016 la ciudad se convirtió en un cuello de botella al realizarse ocho marchas en distintos puntos. El Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imecas) de la ciudad llegó a niveles tan altos, que solo estaba 18 puntos debajo de lo requerido para decretar contingencia ambiental.

Un día después, toda la capital seguía con niveles por encima de los 120 puntos Imeca. Fue uno de los peores días en cuanto a la calidad del aire.

Hilda Martínez Salgado, consultora ambiental, explicó que la contaminación automovilística surge cuando el carro consume más energía y esto ocurre al frenar constantemente, disminuir la velocidad o apagar y encender el auto. “Cuando los vehículos van a menos de 20 kilómetros por hora contaminan más, porque emiten más gases”, dice la experta en calidad del aire.

Martínez explicó que de acuerdo con el reporte Transport Research Laboratory (TRL) un auto que avanza a 50 kilómetros por hora, velocidad máxima permitida en las principales avenidas de la ciudad, emite 15.70PM10, y si llegan a los 10 kilómetros por hora su emisión de PM10 se va a los 16.49PM10. “Disminuir la velocidad de un carro por debajo de los 40 kilómetros por hora es, según el reporte, generar una mayor concentración de contaminantes en el aire”, explica.

Esto significa, en términos generales, que si los vehículos disminuyen su marcha —a consecuencia de las manifestaciones— contaminan más.

La Unidad de Periodismo de Datos de EL UNIVERSAL realizó un análisis de los datos de la calidad del aire, disponible en la página de Internet de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), de los primeros 109 días del año. Esta información se dividió entre los días que se realizaron manifestaciones y los que el tránsito era más “fluido”.

Las áreas que se ven más afectadas son la zona centro y noreste del área metropolitana. Aquí ocurren hasta cuatro marchas por día. Como consecuencia sus niveles de partículas contaminantes han llegado hasta los 129 y 121, respectivamente.

La mayoría de las marchas ocurren en el centro de la Ciudad de México, entre la colonia Cuauhtémoc, Álvaro Obregón y el Zócalo y en avenidas concurridas, como Paseo de la Reforma. La Sedema reconoce que las marchas contribuyen al incremento de la contaminación ambiental porque generan congestionamiento vehicular.

Tanya Müller García, titular de la Sedema, anunció el pasado 14 de abril que se está trabajando en un nuevo modelo que ayude a medir las afectaciones ambientales reales causadas por las marchas.

El Índice Metropolitano de la Calidad del Aire de la capital registra la concentración en partes por millón de las diminutas partículas que ensucian el aire que respiramos. Una de sus variedades más tóxicas, y que ocasionan problemas de salud en los habitantes son las llamadas PM10.

Estas partículas tienen un diámetro de 10 microgramos, equivalente aproximadamente a una partícula de talco. “Contienen polvo proveniente de caminos e industrias, así como otras partículas generadas por procesos de combustión, básicamente por el uso de diésel, que es el que utilizan vehículos pesados como de carga”, dijo la experta.

La medición de Imecas indica que las cantidades de PM10 deben ser menores a 50 puntos para contar con una buena calidad ambiental. En los 109 días monitoreados, ninguna zona de la capital se libra de presentar registros por encima de 110 puntos Imecas.

En 60% de los días revisados, es decir 61, se registraron marchas en la capital. Del 25 al 29 de enero se realizaron 24 manifestaciones. La zona norte de la ciudad vivió cuatro días con niveles de 120 Imecas, tan solo 30 puntos debajo para considerada un área de muy mala calidad ambiental.

La Sedema respondió a EL UNIVERSAL que es difícil decir si una los bloqueos contamina más porque hay muchos otros factores que deben ser evaluados como el clima, la hora del día, la época del año. Hasta ahora, “no existen fuentes fijas que determinen si una marcha contamina o no”, aseguran.

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