La noticia del choque y la muerte de cinco niños en Tláhuac conmocionó una vez más a la sociedad mexicana, que desafortunadamente se ha acostumbrado a este tipo de sucesos, ante la falta de atención de algunos padres de familia y autoridades.

La historia se ha desmenuzado en las páginas de EL UNIVERSAL y por donde se le vea es una tragedia, para este jovencito, para los familiares de quienes fallecieron y para los que resultaron lesionados. Pero esto no es más que otro ejemplo de la descomposición social que existe en nuestro país, algo que pudiera evitarse si además de una buena orientación dentro de las familias, existieran más y mejores programas que ocupen a los niños y jóvenes en cosas como la cultura y el deporte.

Insisto, se necesita una buena política del deporte y la activación física. Además de evitar y terminar con el problema de obesidad que es alarmante (aunque es otro tema), se podría hacer que muchos jóvenes encuentren la disciplina y el compromiso, fuera de malos ejemplos, que puede alejarlos de las cosas que solamente los perjudican.

Por supuesto que ni las autoridades ni los encargados de generar estas políticas van a hacer suya la obligación y responsabilidad que tienen los padres en la educación de sus hijos. Pero en verdad que sería de gran apoyo en busca de encaminarlos a un futuro alejado del delito, las drogas y por supuesto, las tragedias como las que hemos atestiguado en los últimos días.

Tampoco quisiera que se confundan estas palabras y que haya quien quiera aprovechar este lamentable suceso para hacer campaña o algo parecido. No. Es simplemente señalar la importancia que tiene encaminar a los niños y jóvenes de México hacia las actividades que realmente los pueden ayudar a tener un mejor futuro, y alejarlos de vicios y malas costumbres.

En fin, me gustaría que lo sucedido en Tláhuac se convirtiera en un punto de partida para que las autoridades presten más atención a las necesidades que existen entre los más pequeños de nuestro país, entre aquellos que apenas van descubriendo muchas cosas de la vida y que por descuidos han perdido la misma. No debería ser así, deberían evitarse desde antes con la prevención y la concientización (que viene desde la familia), para no llegar a las últimas consecuencias.

México no solamente es rico en sus recursos naturales como lo he dicho en otras ocasiones, también tiene un gran potencial en los niños y jóvenes que componen su futuro, y todos somos responsables de darles las herramientas que requieren para un buen desarrollo y llevarlos por el mejor camino posible.

Profesor

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