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Aproximadamente dos de cada 10 niños y adolescentes que estudian en escuelas públicas y privadas de la Ciudad de México presentan síntomas de depresión, derivado del exceso de carga académica y el acoso escolar, de acuerdo con un estudio que elaboró la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Investigadores de la Facultad de Psicología (FP) analizaron una muestra de 2 mil 786 menores de entre ocho y 17 años. Encontraron que el exceso de cargas académicas y el acoso escolar por parte de compañeros, padres o maestros generan estrés y depresión, dijo la experta Verónica Alcalá-Herrera.

¿Cómo saber si un niño está deprimido? es un grupo de investigadores de la FP de la UNAM, encabezado por Alcalá-Herrera, el cual encontró que 19.74% de los menores analizados presentó sintomatología depresiva.

El objetivo del estudio realizado en escuelas de la zona metropolitana de la Ciudad de México fue para saber si había síntomas depresivos.

Los indicios aparecieron en mayor medida en la etapa prepúber (púber: pubertad, primera fase de la adolescencia) que en los adolescentes (pospúber), señaló Alcalá-Herrera.

Los niños con características depresivas suelen mostrarse irritables, desatentos y aburridos; la forma de expresar sus sentimientos no se relaciona con su conducta, ni reflejan su tristeza.

“Por eso se dice que la depresión infantil se encuentra enmascarada. Sus señales suelen confundirse con otros desórdenes de la conducta y el diagnóstico es complicado”, dijo.

Las manifestaciones “más específicas” aparecieron en los pospúberes, quienes reportaron reactividad afectiva como llanto, tristeza evidente, baja autoestima, aislamiento y poco contacto con la familia o amigos.

En los prepúberes el afecto positivo (capacidad de disfrutar, alegría y optimismo) se mostró intacto, mientras que en los pospúberes aparece disminuido, lo que indica, una afección.

Desde la perspectiva de la investigadora, si los prepúberes con indicios de depresión no son atendidos, manifestarán sintomatología severa en la etapa pospúber; en tanto, si los pospúberes no son identificados y atendidos, también tendrán alta probabilidad de ser adultos depresivos.

Para hacer un diagnóstico acertado, abundó Alcalá-Herrera, es necesario aclarar qué es la depresión. “Se utiliza de manera popular y se considera que cualquiera puede sentirse ‘depre’; sin embargo, se trata de un trastorno, una enfermedad por sí misma, en la que la persona no puede resolver la situación, su mente se encuentra obstruida por pensamientos negativos y pesimistas”.

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