Pide Mancera marchar con tranquilidad

justiciaysociedad@eluniversal.com.mx

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, informó que está listo el operativo para la Marcha Nacional por la Familia, en la que se estima la participación de 80 mil personas y a las que llamó a manifestarse pacíficamente.

“La Secretaría de Gobierno ha estado revisando y vamos a trabajar para que las marchas fluyan en orden”, dijo después de asistir al primer informe del gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López.

Admitió que habrá marchas de grupos antagónicos, por lo que se busca que haya una conducción ordenada en la ciudad.

En entrevista en la Ciudad de México, Mancera dijo que su gobierno garantizará la seguridad durante las manifestaciones, así como la libertad de expresión de todos.

“Estamos buscando, obviamente con el diálogo de la Secretaría de Gobierno, que no se genere ningún tipo de roce. Nosotros lo que tenemos que buscar es dar garantía que cualquier persona con el derecho constitucional pueda tener cubierta la posibilidad de manifestarse en la ciudad.

“El llamado es a que se puedan manifestar, a que la gente se entere cuáles son sus planteamientos, sus decisiones y que nosotros podamos tener un buen sábado”, dijo.

Religiosos homosexuales. Un colectivo conformado por cristianos evangélicos protestantes, abiertamente gay, se manifestará hoy en la marcha por la familia, en la que señalarán cómo la Iglesia “ha violentado” sus preferencias sexuales.

“Somos señalados dentro de nuestras congregaciones y estigmatizados como personas promiscuas, violadores de niños, como personas que no tenemos derecho, que somos endemoniados y eso nos hace sentirnos heridos”, afirmó una de las fundadoras del colectivo, Zurisaraday Pérez.

Bajo el nombre “Movimiento Yo No Discrimino”, el colectivo surgió la semana anterior y está compuesto por las organizaciones Restauración Matrimonial por Gracia, Casa de Gracia Incluyente y Comunidad Cristiana de Esperanza, Iglesia Libre de Muros, entre otros.

Zurisaraday Pérez relató que cuando las congregaciones cristianas se enteran de que uno de sus miembros es homosexual, lo vetan. Por ello, dijo, predicarán la fe en el amor que establece La Biblia.

“Es una pena ver un discurso atravesado con una doble moral; por un lado dicen amar al pecador, pero cuando se acerca una persona que practica lo que para ellos es pecado, hay un rechazo tácito. Queremos que la Iglesia cristiana sea consciente de que el amor de Jesús se predica a todos”, dijo.