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Justina y Golem III están listos. Han estado durante cinco días en un entrenamiento riguroso en el Museo Universum. Pronto subirán a un avión y volarán rumbo a Leipzig, Alemania, para concursar e intentar ser uno de los mejores robots en el mundo que asisten en las labores del hogar.

Con ellos viaja su equipo, jóvenes e investigadores que los han programado para esta competencia internacional que se llevará a cabo del 30 de junio al 4 de julio.

La Dirección General de Divulgación de la Ciencia y Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, fueron sede de la práctica de demostración previa sobre los robots mexicanos que participarán en el Mundial Robo Cup Leipzig 2016 en la categoría para robot de servicio “@Home".

“Nos ayuda mucho venir a Universum porque se parece mucho al ambiente real en donde los robots tienen que presentarse, que es muy diferente al del laboratorio”, dijo el coordinador del grupo Golem, Luis Alberto Pineda Cortés.

Robo Cup es un proyecto internacional fundado en 1997 para promover, a través de competencias integradas por robots autónomos, la investigación y educación sobre inteligencia artificial.

Los robots Golem-III, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), Justina, de la Facultad de Ingeniería (FI) y Sabina, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) se concentraron en Universum con el objetivo de prepararse para la competencia.

Sin embargo, la participación de Sabina en Leipzig está en duda, porque justo el día del cierre del registro consiguió el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para ir al concurso.

El robot Golem-III es capaz de asistir a los seres humanos en tareas de la vida cotidiana que involucran habilidades como el lenguaje hablado, la visión, el movimiento, la manipulación coordinada con la vista y el movimiento para tomar objetos que se puedan tomar con la mano, para transportarlos y depositarlos en la ubicación solicitada.

“Hay pocas puertas que están abiertas para obtener recursos, pero los obtenemos. Lo que se requiere en México es un cambio de cultura que valore la tecnología”, dijo Pineda.

Justina, que reconoce objetos, personas y rostros, además, puede recibir órdenes cuando éstas se basan en el lenguaje o gestos que usan los humanos; es un robot auxiliar en el trabajo doméstico y diseñado por estudiantes de diferentes carreras y posgrados de la UNAM. Es capaz de entender comandos de voz en inglés y español, identificar y encontrar a la persona que le dio la orden, caminar hasta el lugar que se le indica, detectar puertas cerradas y tomar objetos.

El proyecto está coordinado por Jesús Savage Carmona, profesor de la Facultad de Ingeniería, quien tiene más de 10 años de impulsar la robótica en México. “Ir a Robo Cup nos permite medirnos con otros robots de talla internacional y darnos cuenta si las ingenierías están preparando a los estudiantes de forma correcta, y creo que sí lo estamos logrando”, señaló, al explicar que para mandar un estudiante a esta competencia se necesitan cerca de 40 mil pesos.

En el caso de Sabina, desarrollado por el equipo Markovito, integrado por investigadores, técnicos y estudiantes de la Coordinación de Ciencias Computacionales del INAOE, tiene un sistema de ruedas que le ayudan a desplazarse, así como un brazo mecánico, cuya función es agarrar o detener algún objeto. Por dos años consecutivos ganó el primer lugar de la categoría At home en el Torneo Mexicano de Robótica 2016 (TMR) y en esta ocasión está por conocerse si logró inscribirse en Robo Cup.

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