Eduardo Hernández Hernández es un hombre de 43 años que vive con la enfermedad de chagas. Hoy sigue el tratamiento para que este padecimiento deje de ser, en su caso, positivo y silencioso.

“Afortunadamente, existe un tratamiento gratuito para mí; tendré que hacerme pruebas cada año hasta que el resultado salga negativo a chagas; esto aún no ocurre. Pero no le temo al bicho”, explica.

Eduardo trabaja justamente en el programa de Vectores con el objetivo de invitar a toda la población a acceder a la prueba de chagas y atenderse a tiempo, como sucedió en su caso. Él es el jefe de la cuadrilla de fumigadores del programa de Control Vectorial, en Pochutla, Oaxaca; sale diariamente a combatir a las chinches de la región, para tratar de impedir que el problema se repita.

Por su parte, Ubaldo tiene 19 años de edad y accedió a la prueba para detectar el chagas. El resultado fue positivo.

Comenzó con el tratamiento el 7 de agosto del año 2014; éste tuvo una duración de dos meses. Lo terminó en octubre. Tomó tres pastillas durante el día a lo largo de 62 días. Hoy se siente bien. Cada año se le deberá dar un seguimiento.

Su vivienda fue completamente fumigada, y cada miembro de su familia pasó por la prueba de la enfermedad de chagas, para descartar que también fueran seropositivos al contagio por la chinche.

La gran barrera hoy en día para el acceso de los pacientes al diagnóstico y tratamiento es la falta de recursos humanos y una infraestructura de salud primaria robusta que incluya un programa de promoción y educación tanto para la población como para los mismos profesionales sanitarios encargados de brindar el tratamiento.

También hacen falta herramientas de diagnóstico más sencillas y mejores tratamientos, adaptados a los contextos y que sean fácilmente accesibles para los pacientes en las estructuras de salud primaria.

“Se precisan nuevos medicamentos que acompañen este proceso; mientras la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud deben apoyar los esfuerzos de las autoridades, garantizando que los fármacos necesarios estén disponibles en todos los países afectados”, plantea el médico Eduardo Huerta, quien atiende a la población afectada en la localidad de Pochutla.

En caso de que la persona sea diagnosticada como positiva a la enfermedad de chagas —y solamente después de que su domicilio haya sido fumigado por técnicos de Control Vectorial del Centro de Salud—, el paciente podrá comenzar el tratamiento con dos tipos de medicamentos: el Benznidazon y Nifurtimox; éste durará como mínimo 60 días.

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