El soldado que fue herido a balazos por “huachicoleros”, en el poblado Palmarito, Puebla, se encuentra estable, pero delicado, informaron fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) consultadas por EL UNIVERSAL.

La noche de este miércoles, dos elementos del Ejército fueron asesinados y otro resultó herido cuando los presuntos delincuentes los balearon porque iban a quitarles una toma clandestina de combustible.

Los servidores públicos estaban adscritos a la 25. Zona Militar, en Puebla, entidad que ocupa el primer lugar nacional de robo de hidrocarburos, según la información oficial de la propia paraestatal.

Los agresores utilizaron a mujeres y niños como escudo, para impedir que los uniformados se acercaran, los soldados decidieron no responder la agresión y retirarse para preservar la seguridad de los civiles vulnerables.

Sin embargo, en el ataque, un elemento castrense recibió impactos de bala en el cuello y abdomen, y su compañero fue herido de bala en la cabeza. El primero murió en el lugar de los hechos y el último cuando era trasladado a un hospital.

En tanto, el sobreviviente tiene heridas en un brazo y una pierna. Los médicos que lo atienden en un hospital, en Puebla, diagnosticaron que está delicado.

Se prevé que este día o mañana, y si las familias lo desean, los militares muertos reciban honores fúnebres castrenses, se escuchará el “toque de silencio”, señal de luto y dolor por dar su vida en cumplimiento del deber y en busca del bienestar de la Nación.

También se entregará a cada familia de las víctimas la bandera de México que cubre el féretro, símbolo de honor y orgullo. En caso de que alguna familia no desee los honores fúnebres, la Sedena se encargará de trasladar los restos a donde ellos soliciten, muy probablemente a su lugar de origen.

Los cuerpo aún no son entregados a sus familiares.

Los hechos ocurrieron a las 20:15 horas de anoche, cuando personal del Ejército recibió una denuncia de robo de combustible en una toma clandestina, instalada en dicha comunidad, por lo que acudió al lugar, cerca de la Autopista Puebla-Orizaba.

El robo de hidrocarburos es un delito que se atribuye a la delincuencia organizada. La Sedena reforzó a principios de año los operativos en Puebla con el despliegue de 500 elementos de la Policía Militar.

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