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Las irregularidades que hay en la investigación sobre el caso Iguala son reflejo de los constantes cambios en la Procuraduría General de la República (PGR), institución que no ha podido comprobar qué sucedió con los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa ni dónde están, lamentó Vidulfo Rosales, representante de los padres de las víctimas.
Desde los hechos trágicos ocurridos en Iguala, Guerrero, cometidos durante la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014, el expediente pasó por la fiscalía del estado y los procuradores Jesús Murillo Karam, Arely Gómez González y Raúl Cervantes Andrade.
A dos años y dos meses aún no se sabe dónde están los estudiantes y sólo hay evidencia de uno de ellos, se trata de Alexander Mora, identificado por los fragmentos de restos óseos supuestamente hallados en una bolsa junto al río San Juan.
“Eso da cuenta de una investigación ineficiente, que lo único que ha provocado es un dolor adicional; a dos años, la PGR ha sido incapaz de poder brindar, por lo menos, un indicio de dónde se encuentran los 43 estudiantes”, lamentó el vocero de los familiares de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, en entrevista con EL UNIVERSAL.
“El tema del basurero de Cocula es insuficiente para explicar qué pasó con los normalistas. Hoy en día, la PGR no logra darnos una pista de dónde se encuentran los estudiantes, pero lo que sí ha provocado es una revictimización de los desaparecidos y los constantes cambios, lo que nos deja ver es esta irregularidad con que se conduce la investigación”, añadió.
Rosales afirmó que no se han reunido con el nuevo procurador, quien cumplió un mes en el cargo desde que fue ratificado por el Senado.
“Hay tres premisas fundamentales para poder volver al diálogo: lo primero es que haya una resolución en la investigación interna a Tomás Zerón de Lucio [ex titular de la Agencia de Investigación Criminal]; lo segundo, que haya una consignación de los policías federales identificados [por su probable participación en los hechos] y, tercero, la consignación de la Policía Municipal de Huitzuco”, subrayó Vidulfo Rosales.
Cuando se cumplan estas demandas retomarán las reuniones mensuales entre los padres de los 43 y la PGR, en las que la autoridad informaba los avances de las investigaciones.
Ayer se llevó a cabo, sobre Paseo de la Reforma, la marcha mensual para exigir la localización de los 43 estudiantes desaparecidos. Partió del llamado “antimonumento de los 43” a la Glorieta de Colón y de regreso, hacia avenida Juárez, para realizar un mitin en el Hemiciclo al Benemérito de las Américas.
En el recorrido, un grupo de madres y padres de migrantes centroamericanos desaparecidos en México, en su ruta hacia Estados Unidos, se unió a la manifestación de los 43.
Los padres de los guerrerenses intercambiaron abrazos con la gente de Honduras. Algunos lloraron conmovidos por el momento de solidaridad y las palabras de apoyo.
“Los padres y madres de los 43 estamos con ustedes, sentimos el mismo dolor y los entendemos. Por eso estamos aquí, por eso todos los días estamos en busca de nuestros seres queridos y los vamos a encontrar, que eso nos quede claro, compañeros, vamos a encontrar a nuestros hijos, a nuestros estudiantes y a los miles y miles de desaparecidos en este país”, exclamó uno de los familiares de los normalistas que tomó el micrófono.
El mecanismo de seguimiento al Caso Iguala de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) iniciará en enero próximo. Este es la manera de dar seguimiento a las medidas de protección dictadas por la comisión para las víctimas y a las recomendaciones de investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Ayer fue una noche de contrastes en el Hemiciclo a Juárez. Mientras los padres de los 43 normalistas desaparecidos realizaban un mitin sobre templete, atrás un grupo de jóvenes egresados de una escuela privada, estudiantes de la carrera de sicopedagogía, se tomaban la foto de generación con toga y birrete.
