La presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Alexandra Haas Paciuc, pidió conformar un estrategia nacional para combatir la discriminación en favor de los grupos más vulnerables.

“Es indispensable redoblar acciones para conseguir el México incluyente que todas y todos queremos”, expuso al presidir la entrega de Reconocimientos por la Igualdad y la No Discriminación 2016 en las instalaciones del museo Franz Mayer.

Indicó que en la estrategia nacional es necesaria la participación de las instituciones del Estado y la sociedad civil para que los grupos vulnerables —migrantes, indígenas y comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI)—, por ejemplo, sean uno de los ejes rectores.

“Tanto dentro como fuera de nuestro país constatamos el rápido ascenso y la creciente normalización de ciertas prácticas y de discursos discriminatorios”, dijo Haas Paciuc al exponer las recientes palabras de odio contra la comunidad migrante en Estados Unidos.

Destacó que los migrantes mexicanos han enfrentado esta situación y atestiguado la materialización de un discurso xenofóbico, el cual ha sido promovido por quienes deben ser ejemplo del respeto a los derechos fundamentales.

Señaló que el Conapred está preocupado por esta tendencia, puesto que las conductas de discriminación continúan visibles a partir de la aparente normalidad de sus mecanismos.

Explicó que se trata de prejuicios y estereotipos negativos injustificados, los cuales han permitido, tanto en el ámbito público como privado, que las personas de ciertas comunidades se vean limitadas en el goce de sus derechos.

La realidad de los años venideros exige colocar la discriminación en el centro de la agenda, porque sus consecuencias son funestas en todos los temas de trascendencia nacional e internacional, afirmó.

“Hoy más que nunca, es necesario estar alertas y mantenerse unidos con toda firmeza para contrarrestar las incitaciones al odio y las prácticas discriminatorias, puesto que sabemos muy bien que pueden legitimar actos de violencia hacia sectores”, comentó.

Ésto, porque combatir la discriminación no sólo es un imperativo legal y moral, sino porque genera costos significativos para el desarrollo y la salud de las personas, centros de trabajo y en las economías del mundo, insistió Haas Paciuc.

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