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La Noche de Grito evoca tradición nacional. Y de forma unánime, con optimismo, senadores y diputados federales, especialistas en la disputa política, sin importar bancadas, posturas críticas, arrían sus banderas partidistas, ante lo que viene: las fiestas patrias.
Hablan de corazón, sobre la forma en que celebran el Grito de Independencia, y conforme las palabras se expresan, la memoria los hace degustar los pambazos, pozole, buñuelos, que son mexicanidad a mordidas, de la que se nutren esta noche, desde que tienen memoria. Salivan los dulces, postres, esquites que han comido toda la vida en esta celebración.
Y cómo no, el ánimo de degustar el tequila, la bebida nacional, como dice el senador Jesús Casillas Romero, de Zapopan, Jalisco, y quien es de los animados a acompañar el Grito, con un potente “¡Viva México!” liberador de emociones.
Ex gobernadores, ex secretarios de Estado, legisladores de trayectoria en ascenso, probados en la lucha social, en el cabildeo de consensos, en las refriegas en tribuna, prefieren, los más, celebrar en familia, en el barrio propio, en la plaza a la que llegan decenas de miles.
De otro perfil, el premio nobel de Química 1995, Mario Molina, dice que festeja con amigos, o eventualmente, invitado a Palacio Nacional, “oyendo el Grito”. Comenta que si bien el país tiene muchos problemas, “con optimismo los tenemos que vencer, y ahí vamos”.
El presidente del Senado, Pablo Escudero Morales (PVEM), que celebra con la familia esta vez irá al Grito y al Desfile Militar, lo cual “será una nueva experiencia”.  El festejo siempre dará motivos para celebrar, dice, pues pese a los problemas, “tenemos que seguir empujando”.
Javier Bolaños, presidente de la Cámara de Diputados, tiene recuerdos de festejo patrio todos los años, “en Morelos, de donde soy”, y el Grito de Palacio Nacional, por televisión. “Siempre buscamos estos eventos que nos hagan vibrar”.  Se echa para adelante: “No podemos permitir que decaiga el ánimo, ni que se contamine el reconocimiento de nuestra historia”.
“Las fiestas patrias, probablemente sea lo más emblemático del país”, dice el senador Enrique Burgos García (PRI) ex gobernador de Querétaro. Los problemas del momento no son suficientes para omitir la conmemoración, no cancelan la historia.
Roberto Gil Zurth (PAN) dice que festeja viendo por televisión el Grito, en una plaza, en una cena mexicana con amigos. En casa hemos inculcado a nuestros hijos el significado de este día.
Ismael Hernández Deras (PRI), senador que fue gobernador de Durango, pasa las fiestas con sus padres y abuelos. Recuerda el fervor de las multitudes que al salir al balcón responden la arenga del Grito, con gran carga de emoción.  Allí fluye alegría, entusiasmo, fervor patrio que demuestra que México es más grande que sus problemas, dice.
Laura Rojas elogia los pambazos de la tía, en los festejos de toda la familia, y defiende: “El 15 de septiembre es motivo de alegría, pese a las situaciones adversas, porque esta fiesta tiene que ver con lo que somos, más allá del momento”. El hecho es que “celebramos la mexicanidad”.
Luis Humberto Fernández Fuentes dice que en su familia “no somos fiesteros; vemos el Grito por la tele, preparamos pozole, y celebramos de una forma sencilla y muy sentida, el orgullo de ser mexicanos, lo que somos, lo que nos pertenece y a lo que pertenecemos”. Reporta: En los últimos 60 años desaparecieron 25% de los países, y México sigue adelante, con unidad e identidad nacional. “Eso hay que festejarlo”.
El diputado Alfredo del Mazo (PRI), dice que “hay ánimos para festejar pues hay muchas cosas buenas que se han logrado en el país”.
Fernando Herrera Ávila, coordinador de los panistas en el Senado, dice que celebra “descansando, leyendo pasajes de la historia de la Independencia, y “esa reflexión ayuda a pensar en el origen, el presente y lo que tenemos que hacer por el futuro”.
Javier Lozano Alarcón, en Puebla recuerda los festejos de los palacios Municipal y de Gobierno, la verbena popular poblana, con la alegría popular y con la música de conciertos. “Debemos celebrar la unidad y el futuro nacionales, con alto sentido de patriotismo, nacionalismo y amor a México”.
El diputado Vidal Llerenas (Morena), gusta de la fiesta en familia y se prepara a ir a la verbena en la delegación Azcapotzalco, con ánimos de festejar, porque México ha forjado su identidad, y hay unidad en la voluntad de todos de salir adelante.
Carlos Alberto Puente Salas comenta que el 15 de septiembre se celebra ejerciendo la independencia, con la expresión de lo que sentimos. “El compromiso es ser nacionalista, tomando tequila, sino todos los días”. Será constituyente, este jueves, y si hay tiempo irá a Zacatecas, la ciudad de su domicilio.
Mariana Gómez del Campo dice que ella celebra en el Ángel de la Independencia, y abre la invitación a los ciudadanos a “ese día de alegría para México”. Y comenta que si hay motivos de celebración, pero lamenta que en los medios de comunicación destaca la información de si la primera dama va a repetir vestido. El futuro es lo importante, lo que nos interesa a los mexicanos, señala. Y en la verbena, su gusto pasa por los tamales, esquites, elotes, y probar tequila o mezcal.
José Yunes Zorrilla, la pasa en Perote, Veracruz, con la familia, los amigos, orgulloso de las fiestas del 15 y el ánimo del 16, en su ciudad y en todas las regiones del país, y eso, dice, es lo que hace grande a México.
Fidel Demédisis Hidalgo, va esta vez a Tlajiltenango, Morelos, y estará con el alcalde y el cabildo, con sus paisanos en la plaza, en los festejos, y así saboreará la Independencia, con el fervor cívico que se inculca desde preescolar –“yo soy profesor”--; es una noche para recordar la abolición de la esclavitud.
Maribella Ibarra, diputada del MC, refleja su nacionalismo con el traje típico de la Costa de Guerrero, y convoca a festejar, para que los mexicanos no pierdan sus costumbres, y dice que celebrar el Grito fortalece la identidad. Pues entonces, ¡Viva México!

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