Estrategia en Línea

Hace poco más de una semana @RealDonaldTrump tomó el cargo como presidente 45 de Estados Unidos y la cuenta de @POTUS cambió de “President Obama” a “President Trump”.

La cuenta oficial crece en promedio 35 mil seguidores diariamente; heredó un poco más de 13 millones al recibir la cuenta que mantenía Obama. El número de mensajes al día es muy bajo, en promedio 2, pero hay días que se mantiene inactiva. Solo genera un 13% de atención de las audiencias.

En contraste la cuenta de @RealDonaldTrump crece en promedio 130 mil seguidores diarios y ya alcanza los 23 millones. Indudablemente es la forma de enterarse de las ocurrencias y estrategia de Donald Trump. Insumo indispensable para complementar la lectura matutina de las noticias, columnas y primeras planas.

Durante estos 9 días podemos contabilizar al menos 12 momentos que para cualquier otro mandatario significarían una crisis aguda. Destacan el diferendo con los medios por el número de asistentes a su inauguración presidencial, el jefe de prensa @SeanSpicer dando números que no corresponden a la realidad, la asesora @KellyAnnePolls diciendo que no eran mentiras sino “Hechos Alternativos”, el anuncio del muro, el intercambio de tuits con @EPN y la orden ejecutiva para prevenir el ingreso al país de ciudadanos originarios de siete países mayoritariamente musulmanes.

El balance de opinión es negativo para el nuevo presidente en todos los temas. El análisis general, en una muestra aleatoria de 600 mil menciones, al día de hoy es negativo en más de un 78%. Aquellos que lo defienden se ven atacados en lo individual. La polarización es extrema.

Inclusive a las marcas que incluye en sus mensajes con connotación positiva, por ejemplo Ford, con la simple mención se origina una caída en el sentimiento. Según un análisis de la consultora 4C, Boeing pasó de un sentimiento positivo del 68% a 57% al anunciarse la cancelación de la orden para el nuevo avión presidencial. Ford perdió 4 puntos (74 al 70%); Walmart del 84% al 75% y GM del 74% al 72%. En resumen, cualquier asociación con Trump y la polarización que representa impacta negativamente a las marcas y las personas.

La consultora @Gallup anunció este domingo que el presidente de los Estados Unidos, quien inició con la aprobación mas baja en la historia de aquel país, logró en 8 días alcanzar un nivel reprobatorio, cuestión que a sus antecesores tomó por lo menos 3 años. Al día de hoy el saldo de opinión según un tracking telefónico para @RealDonaldTrump es de -9 (42% aprueban su mandato contra 51% que lo desaprueban).

Sin embargo desde la campaña fue evidente que el rechazo a Donald Trump, en términos mediáticos, solo lo favorece, mantiene acaparada la conversación sobre temas políticos, incrementa las audiencias que ven sus discursos a través de Facebook Live, y mantiene a todo mundo pendiente de los tuits que publica durante la madrugada o a primera hora y las repercusiones mundiales que desatan.

Seguramente @RealDonaldTrump no es un buen político, él mismo alardea de no ser político, él conoce los medios, cómo mantener a las audiencias al filo de la butaca, cómo involucrarlos y desatar pasiones, cómo evidenciar debilidades desde la tribuna de los medios sociales. Falta todavía que podamos identificar su agenda, la del empresario jugando al presidente, la del hombre de medios desacreditando a su competencia, la del político polarizando a sus audiencias; a cualquier estratega le sería difícil alinearlas, quizá por eso todas parecen ocurrencias.

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