Tarek William Saab, de 54 años, hasta ayer defensor del Pueblo y flamante fiscal general será el encargado de “hacer justicia” para la Venezuela Constituyente del presidente Nicolás Maduro.

Hijo de inmigrantes árabes libaneses, Saab comenzó a militar en las causas de la izquierda en su juventud.

Tras graduarse de abogado, se volcó a defender los derechos humanos durante los años 80 y 90. En esa época no tenía problemas en ponerse camisetas del Che Guevara o defender a la revolución cubana, lo cual le valió no pocas críticas.

El ex presidente venezolano y fundador de la revolución, Hugo Chávez, frecuentemente lo elogiaba por su compromiso en la defensa de los derechos humanos y su afición a la poesía. De la mano de Chávez, fue miembro de la Constituyente en 1999 y luego diputado.

El “poeta de la revolución”, como lo llamó Chávez, también es fanático de la música en inglés, desde John Lennon hasta AC/DC, lo que le valió la imagen de ser un chavista “cool”.

Más recientemente se hizo aficionado al gimnasio y llamó la atención el aumento de su musculatura.

Tras ser electo gobernador del estado de Anzoátegui, cargo en el que estuvo por dos periodos (2004-2012), Saab fue designado defensor del Pueblo en 2014, puesto que desempeñó hasta ayer, cuando la polémica Asamblea Constituyente, plenipotenciaria y totalmente controlada por el oficialismo, lo nombró fiscal general, en sustitución de Luisa Ortega Díaz, quien fue destituida por sus críticas al gobierno.

Desde que iniciaron las protestas en Venezuela, el pasado 1 de abril, Saab ha defendido la legitimidad del gobierno y recriminado los planes “golpistas” de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). También ha denunciado el “asedio” contra la Defensoría del Pueblo.

La semana pasada, su nombre fue incluido en la lista de funcionarios sancionados por Estados Unidos.

En su vida personal, es padre de cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Recientemente, su hijo mayor, Yibram Saab, un estudiante de derecho de 18 años, condenó la represión contra las manifestaciones ocurridas en los últimos meses y pidió a su padre reflexionar sobre el momento que vive Venezuela y “hacer lo correcto”.

“Papá, en este momento tienes el poder de poner fin a la injusticia que ha hundido al país. Te pido como hijo y en nombre de Venezuela (...) que reflexiones y hagas lo que tienes que hacer. Te entiendo, sé que no es fácil, pero es lo correcto”, pidió Yibram Saab.

Tarek descartó cambiar su postura política y aseguró que Yibram “diga lo que diga siempre será el hijo más amado”.

Saab ha sido acusado por la oposición de ser parte de una suerte de “ala árabe radical” dentro del gobierno que se dedicaría a apoyar y financiar a grupos radicales en Medio Oriente. Sin embargo, él nunca ha demostrado tener mucho interés por los temas religiosos.

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