Después de un largo proceso, los padres de Charlie Gard, el bebé británico que padece una rara enfermedad genética neurodegenerativa en fase terminal, decidieron renunciar a su batalla legal para mantenerlo vivo. “Tuvimos la oportunidad [de salvarte], pero no nos permitieron dártela”, dijo el padre del pequeño.

En un comunicado leído a las afueras del Tribunal Superior de Londres, Chris Gard, el padre del menor, señaló que él y su pareja, Connie Yates, han decidido abandonar la lucha legal que mantenían con el hospital londinense Great Ormond Street, al considerar que “ahora la perspectiva de obtener mejorías son demasiado bajas” para el bebé.

“Es la cosa más difícil que se nos ha planteado hacer”, pero “hemos dejado partir a nuestro hijo”, declaró entre lágrimas Connie Yates, la madre del bebé. “Los últimos 11 meses fueron los mejores y los peores de nuestra vida. Queríamos solamente darle una oportunidad de vivir”, agregó, reprochando a la justicia y al hospital no haberles permitido llevarlo a EU, donde les proponían un tratamiento experimental

Gard consideró que “se ha malgastado muchísimo tiempo” con su hijo, pues “si se le he hubiera aplicado el tratamiento antes, habría tenido el potencial de ser un niñito normal y sano.

“Tuvimos la oportunidad pero no nos permitieron dártela”, leyó Gard dirigiéndose a su bebé, a quien calificó de “luchador” y que “ha tenido un gran impacto y ha tocado a más personas en este mundo en sus 11 meses de vida que muchas personas en toda su vida”.

Su combate judicial comenzó en abril, cuando el hospital Great Ormond Street decidió cortar la respiración artificial al bebé, que sufre la enfermedad del síndrome de depleción del ADN mitocondrial, que afecta a las células responsables de la producción de energía y de la respiración.

La Alta Corte de Londres había dado la razón a los médicos, una decisión confirmada luego por la Corte de apelación, la Corte Suprema y la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH), pero ante la movilización de medios cristianos, la intervención del papa Francisco y del presidente estadounidense Donald Trump a favor de los padres, el hospital solicitó una nueva audiencia ante la Alta Corte para que los “nuevos elementos para un tratamiento experimental” fueran examinados. Sin embargo, los médicos londinenses seguían pensando que prolongar el tratamiento sería “injustificado”, ante los sufrimientos padecidos por el bebé.

El Papa indicó ayer a través de un portavoz que “está rezando por Charlie” y se une al “inmenso sufrimiento” de sus padres. 

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses