La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que la condena de nueve años de prisión a Luiz Inácio Lula da Silva es un escarnio y no tiene pruebas.

A través de un comunicado difundido en su cuenta de Twitter, Rousseff dijo que se trata de “una flagante injusticia y un absurdo jurídico que avergüenzan a Brasil”.

“Lula es inocente y esa condena hiere profundamente la democracia. Sin pruebas, cumplen el guión pautado por sectores de la gran prensa”, recalcó.

“El pueblo de Brasil lo rescatará en 2018. Vamos a resistir”, recalcó.

Agregó que el ex mandatario brasileño sufre una persecución sin cuartel y que su condena es una monumental pérdida para los trabajadores de Brasil .

Rousseff consideró a Lula como "el presidente más popular en la historia del país y uno de los más importantes estadistas del mundo en el Siglo XXI" y agregó que, aún así, "sufre una persecución sin cuartel" por parte de los tribunales y sus adversarios.

Rousseff se dijo convencida de que "esta ignominia ejercida contra Lula" persigue impedir su candidatura para las elecciones presidenciales de 2018, que él aún no ha sido confirmado pero que sí ha virtualmente proclamado el Partido de los Trabajadores (PT).

Dilma Rousseff

, que fue presidente de Brasil de 2011 a 2016, aseveró que el país no puede aceptar esta paso hacia el Estado de Excepción.

“Las garras de los golpistas tratan de rasgar la historia de un héroe del pueblo brasileño. No lo lograr. Lula es inocente”, concluyó.

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado este miércoles a nueve años y medio de cárcel por corrupción y lavado dinero, una sentencia que podrá recurrir en libertad pero que amenaza su eventual candidatura a las elecciones de 2018.

El fallo fue dictado por el juez Sergio Moro, de Curitiba (sur), a cargo de la investigación Lava Jato en la primera instancia, que desde hace tres años sentó en el banquillo y condenó a pesadas penas de prisión a decenas de políticos tanto de izquierda como de derecha y a encumbrados empresarios.

Lula, de 71 años, fue acusado de ser el beneficiario de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo), ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.

El juez ordenó confiscar el inmueble denunciado, en una causa que afirma que Lula fue el destinatario de 3,7 millones de reales (algo más de 1,1 millones de dólares al cambio actual) en forma ilícita.

lsm

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