Ex presidentes de Chile, Brasil, Uruguay y España pidieron ayer a Argentina, Brasil y México que adopten una voz conjunta para liderar América Latina, en un escenario internacional que ofrece muchas “oportunidades”, durante un encuentro encabezado por el mandatario argentino Mauricio Macri y organizado por la Fundación Círculo de Montevideo.

Reunidos en Buenos Aires junto a académicos y grandes empresarios, Julio María Sanguinetti (Uruguay), Felipe González (España), Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Ricardo Lagos (Chile) debatieron junto a Macri sobre los desafíos para las sociedades en la era de la globalización y sobre el papel de Latinoamérica.

“América Latina sólo será escuchada sobre la base de que México, Brasil y Argentina tengan una sola voz”, sostuvo Lagos, en la primera de las dos jornadas de este encuentro, titulado “Desafíos para lograr una sociedad transparente”.

El chileno apuntó que la próxima presidencia argentina del G20 es una gran “oportunidad” para que la región alce la voz y sea una más entre las grandes regiones de influencia, a la altura de Europa, Estados Unidos, China y Rusia. “México tiene que estar. América Latina no se puede dar el lujo de regalar México a Estados Unidos”, recalcó.

Cardoso coincidió, diciendo que “es el momento” de buscar la cohesión regional dado que, además, se está dando un retroceso de la “influencia del chavismo”. “Esta es la única región del mundo donde no existe una amenaza terrorista”, resaltó González, quien apostó por un “regionalismo abierto” frente a los discursos “reaccionarios” de fenómenos como el de Donald Trump en EU.

González dedicó buena parte de su intervención a ser muy crítico con la situación en Venezuela y exigió al presidente de ese país, Nicolás Maduro, que no se “invente” una Asamblea Constituyente, que convoque elecciones y que ordene a la policía dejar de disparar a la gente que se manifiesta en las calles.

El diálogo continuó con temas como la revolución tecnológica y los desafíos del crecimiento de las clases medias. Durante su participación, el empresario mexicano Carlos Slim destacó que la pérdida de empleos, el hartazgo social y la incertidumbre son el costado negativo de una revolución tecnológica que sin embargo ha dado mayor participación a la sociedad.

“La sociedad civil está hoy mucho más informada, con una conectividad que ya no está limitada a los clásicos medios de comunicación”, reflexionó Slim, quien reconoció que los cambios tecnológicos han traído problemas como el desempleo, en parte porque los Estados no han sabido acompañar el cambio. “Muchos cambios no se han conducido y tienen a la sociedad cansada. Ese hartazgo social está ligado al miedo, a la falta de esperanza, hay incertidumbre que está creando un problema delicado”, dijo Slim.

La Cepal y la OIT pronosticaron que el desempleo en América Latina y Caribe volverá a aumentar en 2017 a 9.2% debido a que el escaso crecimiento económico no contrarrestará la debilidad del mercado laboral.

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