Un informe de uno de los principales grupos de la disidencia interna cubana confirmó hoy que la represión política prosiguió en marzo de 2017 en Cuba y mostró un caso emblemático: el opositor cubano Eduardo Cardet Concepción fue condenado a tres años de cárcel, porque hizo críticas públicas a Fidel Castro días después de la muerte del Comandante en Jefe de la Revolución.

“En marzo pasado asistimos a la brutal e injusta condena a tres años de prisión impuesta al líder del opositor Movimiento Cristiano Liberación Dr. Eduardo Cardet Concepción, adoptado como Prisionero de Conciencia por Amnistía Internacional”, recordó el informe, emitido por la ilegal pero semitolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). La sentencia fue dictada el 20 de marzo anterior.

Tras la muerte de Castro, ocurrida la noche del 25 de de noviembre de 2016, Cardet hizo un fuerte cuestionamiento a la figura del líder revolucionario. Amnistía Internacional (AI), la organización mundial defensora de los derechos humanos con sede en Londres, relató el pasado 21 de marzo en su sitio digital que el disidente “fue acusado formalmente de atentado a una autoridad del Estado tras criticar públicamente” a Castro unos días después de su muerte.

“Durante una entrevista con esRadio—emisora de radio con sede en Madrid—emitida dos días antes de su detención, Cardet describió el luto en Cuba tras la muerte de Fidel Castro diciendo que había sido impuesto, y agregó: ‘Castro fue un hombre muy controvertido, sumamente odiado y rechazado por nuestro pueblo’. Su abogado dispone de un plazo de 10 días para presentar un recurso”, precisó AI. Cardet fue arrestado el 30 de noviembre de 2016.

Represión. El episodio del dirigente opositor en un país en el que, como Cuba, la única fuerza política autorizada y legal es la del Partido Comunista y está prohibida la existencia de otras organizaciones partidistas, fue señalado en el informe de CCDHRN como un ejemplo de la represión en la isla, gobernada desde 1959 por la revolución encabezada por Castro.

El gobierno cubano evita referirse a este tipo de informes, niega que en Cuba existan prisioneros políticos y acusa a las organizaciones disidentes de ser grupúsculos mercenarios y contrarrevolucionarios sin ninguna influencia en la isla y al servicio de los intereses de las facciones anticastristas de Estados Unidos para destrozar las conquistas socioeconómicas y políticas revolucionarias.

La Comisión puntualizó que en marzo de 2017 “registró al menos 432 detenciones arbitrarias de pacíficos disidentes en Cuba, cifra semejante a cada uno de los últimos seis meses. También documentamos 11 casos de agresiones físicas, 8 de hostigamientos y por lo menos un acto vandálico, acciones cometidas por la policía política secreta y elementos parapoliciales a sus órdenes contra pacíficos disidentes”.

En enero de este año hubo 478 casos y en febrero se registraron 482, aseguró, al recordar que en 2016 se reportaron 9 mil 940, con un promedio mensual de 827, mientras que en 2015 se registraron 8 mil 616, a una media de 718 al mes.

“Estas cifras, por sí solas, no permiten evaluar la atmósfera de represión e intimidación que agobia a la mayoría de los cubanos al cabo de más de 50 años viviendo bajo un régimen de dictadura unipersonal que no ha reconocido límites a la hora de usar el terror desde el estado, la propaganda masiva y mentirosa, la exclusión y otros métodos aberrantes para eternizarse en el poder y hundir a la gran mayoría de los cubanos en la pobreza y la desesperanza”, añadió.

“En marzo fueron innumerables los casos de disidentes despojados de sus computadoras, celulares y otros medios de trabajo así como dinero en efectivo, acciones dirigidas a impedir la labor de los pacíficos opositores y hacerles cada día más pobres”, agregó.

La Comisión confirmó que en la isla hay unos 100 hombres y mujeres detenidos por motivos políticos.

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