La construcción del "gran muro hermoso" que el presidente Donald Trump prometió erigir en la frontera con México enfrenta grandes problemas geográficos y físicos, dijo el miércoles el secretario del Interior, Ryan Zinke.

Zinke dijo en conferencia telefónica que la construcción del muro es "compleja en algunas zonas", entre ellas el parque nacional Big Bend y el río Bravo, que constituye buena parte de la frontera de 3 mil 200 kilómetros.

El funcionario dijo el martes al grupo que representa a los rancheros del oeste el martes que Estados Unidos no "cederá" el río Bravo a México al alzar el muro del lado estadounidense ni tampoco lo construirá "en medio del río".

Zinke dijo que en algunas zonas se pueden instalar artefactos electrónicos de vigilancia, mientras que en otros las imponentes formaciones naturales no requieren el refuerzo de un muro.

El Departamento de Seguridad Nacional es responsable del muro, pero Zinke, cuyo departamento equivale al de recursos naturales en otros países, dijo que Interior cumplirá una función de apoyo crucial.

"Al fin y al cabo, lo que importa es la seguridad de Estados Unidos y asegurarnos de que tenemos una frontera", dijo Zinke. "Sin frontera no puede existir una nación".

Según la senadora demócrata Claire McCaskill, el gobierno informó a sus colaboradores que el presupuesto del año próximo solicitará 2 mil 600 millones de dólares para construir menos de 120 kilómetros de muro.

A lo largo de la campaña, Trump enfervorizaba a sus seguidores con la promesa de construir el muro y obligar a México a pagarlo. Las declaraciones de Zinke y el proyecto de presupuesto que incluye miles de millones de dólares de los contribuyentes para el proyecto son una señal de que la realidad se impone y que el presidente posiblemente se está apartando de su plan original.

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