La policía entró el jueves temprano a una prisión en Delaware para poner fin a un motín de casi 24 horas que dejó muerto a un guardia. El gobernador de Delaware, John Carney, dijo que la prioridad ahora es determinar qué sucedió y por qué.

Los presos tomaron el control del Centro Correccional James T. Vaughn el miércoles y tomaron como rehenes a cuatro empleados. Los reos se pusieron en contacto con un periódico local y explicaron sus motivos, entre ellos el trato que reciben y el gobierno del presidente Donald Trump.

Las autoridades no han dicho cómo falleció el empleado penitenciario. Solo precisaron que los agentes irrumpieron en la cárcel alrededor de las 5:05 de la madrugada y encontraron a un hombre inconsciente. Unos 25 minutos después fue declarado muerto.

Una segunda empleada del Departamento de Correccionales que estuvo retenida fue rescatada y enviada a un hospital para ser examinada.

La cárcel está en Smyrna, a unos 24 km al norte del estado de la capital Dover.

En un comunicado emitido el jueves, el gobernador demócrata dijo que las autoridades "harán rendir cuentas a quien sea responsable" por la toma de rehenes. Agregó que "hará los cambios que sean necesarios para asegurar que nada de esto suceda otra vez".

Por el momento se desconocen detalles de cuántos internos participaron en el motín o cómo tomaron el control del penal. El secretario estatal de Seguridad, Robert Coupe, dijo que las autoridades no conocen las "dinámicas de la toma" o si hubo reos que fueron retenidos contra su voluntad.

Una investigación preliminar sugiere que los disturbios comenzaron el miércoles alrededor de las 10:30 de la mañana cuando un guardia en el Edificio C —que alberga a más de 100 internos— pidió ayuda inmediata por radio, informó el portavoz de la policía de Delaware, el sargento Richard Bratz. Otros oficiales llegaron a ayudarlo y los empleados fueron tomados como rehenes, relató.

La crisis de rehenes atrajo a decenas de policías y autoridades de seguridad e hizo que todas las prisiones del estado fueron declaradas en cierre de emergencia.

El miércoles temprano, los reos contactaron con The News Journal en Wilmington con ayuda de la prometida de un preso y de la madre de otra persona. La madre dijo al diario que su hijo estaba entre los rehenes. En una de las llamadas, un prisionero dijo que una de las razones por lo que estaban haciendo incluía al presidente Trump, por "todo lo que hizo, las cosas que está haciendo ahora. Sabemos que la institución va a empeorar".

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