El gobierno del presidente Donald Trump sufrió anoche su primera baja, producto de un escándalo en el que está involucrado Rusia.

Michael Flynn, asesor de seguridad nacional del magnate, presentó anoche su renuncia luego del escándalo desatado por la posibilidad de que mintiera a altos cargos del gobierno estadounidense sobre las conversaciones que sostuvo con la administración rusa, informaron anoche varios medios estadounidenses.

Ayer por la mañana su postura era delicada, al grado que el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, declaró que Trump estaba “evaluando la situación” creada por Flynn.

The Wall Street Journal indicó que la Casa Blanca debatía la si lo mantendría en el cargo.

The New York Times informó ayer que un ex funcionario del gobierno dijo que el Departamento de Justicia advirtió el mes pasado a la Casa Blanca que Flynn no había sido totalmente sincero sobre sus conversaciones con el embajador y, debido a eso, el Departamento de Justicia temía que Flynn fuera vulnerable al chantaje de Moscú.

Las dudas sobre el asesor aumentaron en la Casa Blanca después de que la semana pasada salieran a la luz informes de prensa sobre sus conversaciones con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergey Kislyak.

De acuerdo con The Washington Post, Flynn habló con Kislyak en varias ocasiones durante los dos meses previos a la llegada al poder de Trump —el pasado 20 de enero— y conversó con él sobre las sanciones impuestas a Moscú por el gobierno del ex presidente Barack Obama.

Esa información, publicada el pasado jueves, contradijo lo expresado por varios altos funcionarios de la administración del republicano, incluido el vicepresidente, Mike Pence, quienes aseguraron que Flynn no abordó el tema de las sanciones con el embajador ruso.

Un alto funcionario del gobierno del republicano, quien pidio el anonimato, había dicho: “Flynn se está quedando sin amigos. El consenso general en la Casa Blanca es que ha mentido. El vicepresidente siente que le mintió”.

Flynn se vio obligado a disculparse por este suceso con varios altos funcionarios y finalmente reconoció que sí abordó el tema de las sanciones con Kislyak. Incluso, una fuente cercana al tema declaró a CNN que el ahora ex asesor pudo haber sido chanteajdo por lo rusos. Uno de los principales asesores de Trump, Stephen Miller, se negó a decir el domingo si Trump sigue confiando en Flynn.

Incluso, legisladores demócratas habían solicitado en los últimos días que fuera despedido.

Anoche se informó que Joseph Keith Kellogg se desempeñará como asesor de Seguridad Nacional en funciones. Este cargo no requiere de la aprobación del Senado de EU.

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