Seúl.— Corea del Norte realizó ayer una prueba de explosión de una cabeza nuclear al “más alto nivel”, que presentó la clave para construir, “según su voluntad”, un arsenal de armas más potentes, pequeñas y ligeras. Este es el quinto ensayo atómico de Pyongyang, el segundo en ocho meses, y desató la ira y el temor de la comunidad internacional.

La Agencia Meteorológica surcoreana dijo que el ensayo nuclear de Corea del Norte habría tenido una potencia de entre 10 y 12 kilotones, es decir, entre 70% y 80% de la fuerza de la bomba atómica, de 15 kilotones, arrojada por Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945, aunque algunos medios hablaron de hasta 30 kilotones.

Corea del Norte dijo que no se filtraron materiales radiactivos, pero la detonación, que desató una actividad sísmica de 5 en escala Richter cerca del centro de ensayos nucleares norcoreano, en el noreste de la península, puso a la región alerta.

Las autoridades de Pyongyang informaron a través de medios estatales que un ensayo había “examinado y confirmado por fin la estructura y características específicas de movimiento de [una] cabeza nuclear que ha sido estandarizada [miniaturizada] para poder ser montada en misiles balísticos estratégicos.

“La estandarización de las cabezas nucleares permitirá [a Corea del Norte] producir a su voluntad tantas como quiera de una variedad de cabezas nucleares más pequeñas, ligeras y diversificadas, con más potencia, con un firme control sobre la producción de varios materiales fisibles y tecnología para su uso. Esto pone definitivamente en un nuevo nivel la tecnología [norcoreana] de montar cabezas nucleares en misiles balísticos”, señalaron.

Norcorea desata ira y temor con prueba nuclear
Norcorea desata ira y temor con prueba nuclear

Expertos dudan que Pyongyang realmente sea capaz de miniaturizar ojivas nucleares para adaptarlas a misiles, lo que en la práctica significa que tiene capacidad de lanzar un ataque nuclear, pero sí creen que está cerca de lograrlo. El siguiente paso sería tener la capacidad de dar en el blanco. Los expertos creen que para la segunda mitad de 2018 podría tener operativos misiles balísticos lanzados por medio de un submarino y que para el 2020 tendría plena capacidad nuclear.

Corea del Norte está liderada por una dictadura de tercera generación —encabezada ahora por Kim Jong-un—, que protege su programa nuclear como un secreto de Estado, y los anuncios sobre los avances realizados en este campo no pueden ser verificados de forma independiente. Pero la prueba es el más reciente desafío de un país que en enero hizo un ensayo que, afirmó, fue con una bomba de hidrógeno. La versión ha sido cuestionada.

El mundo reacciona. Países como China, Japón, Rusia, Honduras, Colombia y México han manifestado su desacuerdo con el ensayo nuclear de Corea del Norte. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, dijo que la prueba mostró la “imprudencia fanática” del gobierno de Kim Jong-un.

El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó el ensayo, calificándolo como una “amenaza grave” para la seguridad regional y la paz internacionales. Dijo que ante esta “provocación” de Corea del Norte se refuerza “el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la seguridad de los aliados en Asia y en todo el mundo”, por lo que trabajarán en nuevas sanciones contra Pyongyang. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su preocupación por el ensayo y pidió al Consejo de Seguridad, que ayer se reunió de emergencia, que adopte las “acciones adecuadas”.

La Cancillería mexicana condenó “enérgicamente” la prueba norcoreana que, detalló en un comunicado, “constituye una flagrante violación a múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Analistas ven pocas opciones ante la amenaza norcoreana: un embargo, que causaría más penurias al pueblo norcoreano y con el que difícilmente estaría de acuerdo China, o iniciar negociaciones con el régimen de Kim Jong-un, algo a lo que EU es reacio.

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