Ankara.— El Ministerio del Interior de Turquía despidió a 8 mil 777 funcionarios y detuvo a miles de presuntos conspiradores luego de un fallido golpe de Estado, reportó la agencia de noticias estatal Anadolu, mientras los aliados internacionales del gobierno de Recep Tayyip Erdogan pidieron que muestre contención ante la propuesta de reinstaurar la pena de muerte.

La policía también arrestó a 10 jueces de la máxima autoridad para contenciosos administrativos. El presidente de la institución, Ismail Rüstü Çirit, prometió “castigar a los traidores”, informó Anadolu.

Más de 290 personas fallecieron y alrededor de mil 400 resultaron heridas en los hechos violentos del viernes en la noche, cuando soldados incautaron tanques, helicópteros de combate y aviones de combate en un intento de tomar el poder, atacando el Parlamento y la sede central de inteligencia e intentando tomar el principal aeropuerto y puentes en Estambul. La fiscalía turca comenzó a interrogar a 27 generales y almirantes por los hechos. En el grupo está el ex comandante de la Fuerza Aérea, el general Akin Ozturk, quien fue descrito como el líder del intento golpista.

Erdogan reiteró ayer que si el Parlamento aprueba una propuesta para reinstaurar la pena de muerte en la nación, la firmará para convertirla en ley. Estados Unidos, la UE, OTAN y Amnistía Internacional pidieron al gobierno turco que modere su respuesta. Angela Merkel, canciller alemana, dijo que Turquía no puede ingresar en la Unión Europea (UE), si reinstaura la pena capital. La UE también recordó que el gobierno de Erdogan está obligado por sus compromisos en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos y como miembro del Consejo de Europa a no reintroducir la medida.

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