Como una promesa por cumplir, los objetivos de ver realizada la igualdad de género en 2030 y poner fin a la discriminación y la violencia machista, persisten en el empeño de ONU Mujeres, alentado por el próximo Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).

La directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Luiza Carvalho, una brasileña dedicada desde joven a la promoción y defensa de la igualdad de género y el empoderamiento femenino, explicó sus metas.

“La campaña Por un planeta 50-50 en 2030: Demos paso a la igualdad de género sitúa que para 2030, después de los 15 años de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tengamos superada la situación tan marcada de desigualdad en el mundo”, indicó.

El plan se enfoca en pedir a los gobiernos compromisos nacionales para abordar las dificultades que impiden progresar a mujeres y niñas, y alcanzar su pleno potencial.

Explicó que en 2015 se hizo una evaluación del vigésimo aniversario de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing (Beijing+20), en la que se descubrió que la mayoría de los planteamientos eran provisionales. “Para tener un mundo que refleje igualdad, no podíamos seguir cada cinco años evaluando, por eso pactamos metas, compromisos y recursos”, reclamó.

En la Cumbre para el Desarrollo Sostenible, en septiembre de 2015, los Estados miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye un conjunto de 17 ODS, para poner fin a la pobreza, la desigualdad, la injusticia y hacer frente al cambio climático.

“Es por eso que el objetivo 5 busca acelerar el progreso y la igualdad de género a nivel global, que va desde el sector económico, cultural, acceso a la mujer de los bienes y empoderamiento; es decir, una visión integral en todas las áreas donde exista una urgencia de establecer equidad”, recordó.

Afirmó que todos los problemas actuales que afligen a las mujeres están interconectados, lo que restringe a las mismas de participar en entornos laborales, comunitarios y políticos.

Referente a este último, dijo que “las mujeres tienen una trayectoria en la política sobre el liderazgo comunitario, pero existe una dificultad para que puedan ocupar un puesto administrativo en entes gubernamentales”. Entre los 10 países con mejor participación de mujeres en la política están Ecuador, México, Bolivia y Nicaragua, apuntó. A la par, sostuvo que en el sector laboral las empresas deben ofrecer el mismo nivel de reclutamiento para ambos sexos.

La violencia es otro de los factores que agregó a la lista de problemas que enfrentan ellas, lo que afecta su ámbito económico, social y político. “La violencia es un factor que elimina todas las posibilidades del progreso y realización; según datos oficiales en América Latina una de cada tres mujeres tuvo algún tipo de violencia”, agregó.

De los 35 países de América, 14 que conforman la región presentan un elevado número de feminicidios, de los cuales cuatro pertenecen al Caribe, cuatro a América Central y seis a América del Sur. Carvalho aseguró que la mujer sufre una violencia doméstica y comunitaria por imposición y que el machismo en la sociedad latinoamericana prevalece. “El machismo es una marca de la región, pero a pesar de eso hay movimientos de hombres que están luchando contra lo que es la imagen ficticia de la mujer”, aclaró y recordó que para poder construir una sociedad solidaria, el rol de la mujer debe ser integral.

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