El terrorista más buscado de Europa desde los atentados de París, Salah Abdeslam, finalmente fue detenido ayer con vida en Bruselas. “La fiscalía confirma el arresto de Salah Abdeslam. Felicidades a los distintos servicios de seguridad”, informó el Ministerio del Interior, Didier Reynders.

El premier belga, Charles Michel, y el presidente francés, François Hollande, también expresaron su beneplácito en una conferencia de prensa conjunta.

“Mi pensamiento está con las víctimas de los atentados del 13 de noviembre (…) Salah Abdeslam está directamente relacionado con la organización, preparación y ejecución del atentado”, sostuvo Hollande, quien advirtió que la amenaza terrorista sigue siendo “muy alta” tanto en Francia como en Bélgica.

El único de los terroristas que no perdió la vida durante el múltiple ataque suicida registrado en noviembre de 2015 en la capital francesa, fue arrestado tras cuatro meses fugitivo y durante una operación lanzada por las fuerzas especiales. Inicialmente, los servicios policiacos pensaron que había partido a Siria para incorporarse a las filas del Estado Islámico, pero finalmente fue encontrado en el deprimido barrio de Molenbeek, semillero y refugio yihadista.

El hermano de Ibrahim, uno de los suicidas de los ataques en París, se atrincheró en una vivienda del barrio junto con otros dos individuos. Luego de un tiroteo, uno de ellos perdería la vida. La identidad del otro sujeto aún no ha sido revelada.

En el operativo, Abdeslam, de origen belga-marroquí, fue herido en la pierna y trasladado a un hospital de la ciudad, para después ser interrogado. Fuentes extraoficiales estiman que un incidente registrado el pasado martes en la comuna de Vorst, en donde un grupo de investigadores francobelgas fue recibido con ráfagas de Kalashnikov desde una vivienda que pensaban estaba vacía, fue clave para dar con su paradero.

En la vivienda la policía encontró huellas y restos de ADN de Salah Abdeslam, quien probablemente era uno de los dos individuos que escaparon del domicilio durante la balacera y señalados desde entonces como prófugos.

Desde el comienzo de las investigaciones, Bélgica emergió como el epicentro donde fueron concebidos los ataques yihadistas en París, al tiempo que Salah Abdeslam fue nombrado como uno de los terroristas fugados.

Radicalizado en su barrio natal, Molenbeek, y fiel a su mentor Abdelhamid Abbaoud —el supuesto cerebro de los atentados muerto en una operación antiterrorista en París— su fuga era una vergüenza para la justicia belga.

Primero, la policía lo dejó pasar en un cruce carretero de Francia a Bélgica la noche de los ataques del viernes 13 de noviembre. Después, pudo esconderse debido a que la justicia no intervino la noche del 15 de noviembre, cuando se sabía de su ubicación, pero no actuó para no violar la ley que prohíbe los registros domiciliarios entre las 21:00 y las 05:00 horas.

Francia pedirá su extradición y según Hollande su detención permitirá esclarecer los hechos y brindar justicia para las víctimas.

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