El papa Francisco pidió ayer perdón por los recientes escándalos vividos en el Vaticano y citó las virtudes que deben tener los miembros de la Curia romana, entre ellas, ser honestos, no traicionar la confianza y evitar los escándalos que amenacen la credibilidad de la Iglesia.
“Me gustaría pedir perdón por los escándalos que se han vivido en el Vaticano”, afirmó Jorge Bergoglio antes de pedir “rezar por las personas involucradas, para que quien se ha equivocado se arrepienta y pueda recuperar el camino correcto”.
El papa Francisco realizó estas reflexiones durante un encuentro mantenido en el Vaticano con miembros de la Curia romana, a los que dirigió sus felicitaciones navideñas.
En su discurso, el Pontífice lamentó que haya “enfermedades curiales” que requieren “prevención, vigilancia, cura y, por desgracia, en algunos casos intervenciones dolorosas y prolongadas” y sostuvo que algunas de estas enfermedades “se han manifestado a lo largo de este año, causando dolor e hiriendo a tantas almas, y también provocando escándalos”. El Papa se comprometió a mantener los esfuerzos reformistas con “determinación y claridad”.
El Santo Padre, de 70 años, que se mostró cansado en eventos públicos recientes y tiene por delante una agotadora agenda navideña, se disculpó por dar el discurso sentado ya que —dijo— estaba enfermo de gripe.
Aunque Francisco no citó ningún ejemplo concreto, sus declaraciones se producen mientras que en el Vaticano está abierto el proceso que juzga a cinco personas acusadas de filtrar y publicar documentos financieros de carácter reservados de la Santa Sede, uno de los mayores escándalos que se han vivido en el Vaticano. El Cardenal Tarcisio Bertone, uno de los protagonistas del escándalo reciente y que aceptó devolver 150 mil euros a un hospital para niños que habían sido utilizados para financiar la reforma de su casa, estaba entre el público.
El Papa dirigió a la Curia reunida en el Vaticano un discurso en el que citó las “virtudes necesarias” que deben tener los miembros de la Iglesia.
En lo que denominó “catálogo de las virtudes necesarias”, Jorge Bergoglio describió la “ejemplaridad para evitar los escándalos que hieren las almas y amenazan la credibilidad de nuestro testimonio”. También habló de la honestidad como uno de los valores esenciales y afirmó que “quien es honesto no tiene miedo a ser sorprendido, porque nunca engaña al que confía en él”.
Defendió la importancia de “no sobrecargarse acumulando cosas inútiles” ni dejarse “dominar por la ambición” y mencionó la misericordia, un valor que precisamente guía este Jubileo Extraordinario que comenzó el pasado 8 de diciembre y que se celebra hasta el 20 de noviembre de 2016.
A juicio del Pontífice, la misericordia “no es un sentimiento pasajero”, sino “aquello que permite a la Curia ser fértil” y también “la prueba de la eficacia, de la eficiencia y de la autenticidad” de su labor. La espiritualidad y la humanidad, y también la fidelidad, la racionalidad y la amabilidad son otras de las virtudes que deben tener los miembros de la Curia, aseguró.
También ayer la Santa Sede informó que el Papa nombró al periodista Greg Burke, actual asesor de comunicación de la Secretaría de Estado del Vaticano, nuevo vicedirector de la sala de prensa, en sustitución del sacerdote Ciro Benedettini, desde el 1 de febrero.
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