Andrés de Vicente, el joven de 17 años que el miércoles dio un fuerte puñetazo al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, tras hacerse pasar por un simpatizante del Partido Popular (PP) durante un acto de la campaña electoral, es miembro de la familia de la mujer de Rajoy, Elvira Fernández, conocida como “Viri”.

Ambos son naturales de Pontevedra, una ciudad gallega de menos de 100 mil habitantes en la que Rajoy pasó parte de su vida y en la que también residió su mujer. La abuela del joven era tía del padre de “Viri”, aunque ambas personas ya han fallecido y las familias no tenían ninguna relación. Rajoy, quien decidió no presentar ninguna denuncia contra su agresor, pidió “no sacar conclusiones políticas” de esta agresión.

Jorge Cubela, abogado del joven, reconoció que los padres: Manuel, un alto cargo de la Cámara de Comercio de Pontevedra, y María del Carmen, propietaria de una correduría de seguros, están destrozados, conmocionados por lo ocurrido y le han pedido perdón al presidente a través de un amigo común. “Son gente honrada, trabajadora, gente de bien de Pontevedra, están muy avergonzados y la situación les está sobrepasando”, aseguró a la salida de los juzgados de Pontevedra después de visitar al agresor.

Con respecto al acusado, Cubela dijo que es una “víctima”, que “está arrepentido” —aunque al ser detenido dijo estar “muy contento” por lo que había hecho— y pidió a los medios no publicar datos sobre su identidad. “Él también es una víctima y se merece tener una vida plena el día de mañana”. Asimismo anunció que como medida cautelar solicitará al fiscal de menores “que se preserve la identidad del menor”.

Cubela relató que el menor fue sometido a una evaluación por parte de un sicólogo y de un trabajador social, y rechazó que estuviera vinculado a algún partido político u organización. Según el Código Penal, al ser menor y ser acusado de atentado con lesiones contra la autoridad podría ser condenado a una pena de libertad vigilada, acogimiento familiar o algún tipo de medida sociolaboral o prestaciones en beneficio de la comunidad.

El joven, que según se sabe estuvo en tratamiento sicológico, había colgado mensajes de insultos y amenazas de muerte contra periodistas y miembros y simpatizantes del Partido Popular. También amenazó con cometer un atentado contra la sede del PP.

Rajoy, en tanto, con gafas nuevas y el pómulo un poco hinchado, afirmó que lo ocurrido “no impedirá que siga haciendo campaña en la calle” porque “ya todo está absolutamente olvidado”.

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