Más Información

Condenan violencia digital contra artista tras ganar concurso del INE; llaman a visibilizar a personas NB y trans

Sheinbaum entrega becas Benito Juárez en Querétaro; pide que estudiantes se comprometan con la patria

FOTOS: Ellos son "Killer" y "Zory", dos de los perros policías que cuidan los conciertos de Bad Bunny en CDMX

¡No te lo puedes perder! Este sábado es el último Paseo Nocturno del año “Muévete en Bici”; tendrá temática decembrina
El Papa Francisco urgió a establecer una amnistía que detenga la ejecución de la pena de muerte en los países donde todavía existe esa práctica y llamó a los gobiernos a considerar su abolición definitiva.
Esto en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, un texto de 22 páginas cuyo contenido fue dado a conocer este martes por el Vaticano, pero que la Iglesia católica celebrará el próximo 1 de enero.
En el texto, Francisco instó a adoptar medidas concretas para mejorar las condiciones de vida en las cárceles, con una atención especial para quienes están detenidos en espera de juicio y teniendo en cuenta la finalidad reeducativa de la sanción penal.
Además llamó a las naciones a evaluar la posibilidad de introducir en las legislaciones nacionales penas alternativas a la prisión.
También se refirió a los inmigrantes y lanzó una invitación a “repensar” las leyes que los tocan, para que estén inspiradas “en la voluntad de acogida”, en “el respeto de los recíprocos deberes y responsabilidades” y “puedan facilitar la integración de los emigrantes”.
“En esta perspectiva, se debería prestar una atención especial a las condiciones de residencia de los emigrantes, recordando que la clandestinidad corre el riesgo de arrastrarles a la criminalidad”, dijo.
Avanzó un “llamado urgente” a los responsables de los Estados para que hagan gestos concretos en favor de quienes sufren por la falta de trabajo, de tierra y de techo.
Solicitó la creación de puestos de trabajo digno para afrontar la “herida social” de la desocupación, que afecta a un gran número de familias y de jóvenes y tiene “consecuencias gravísimas” sobre toda la sociedad.
“La falta de trabajo incide gravemente en el sentido de dignidad y en la esperanza, y puede ser compensada sólo parcialmente por los subsidios, si bien necesarios, destinados a los desempleados y a sus familias”, estableció.
“Una atención especial debería ser dedicada a las mujeres —desgraciadamente todavía discriminadas en el campo del trabajo— y a algunas categorías de trabajadores, cuyas condiciones son precarias o peligrosas y cuyas retribuciones no son adecuadas a la importancia de su misión social”, apuntó.
Más adelante señaló la necesidad de realizar acciones eficaces para mejorar las condiciones de vida de los enfermos, garantizando a todos el acceso a los tratamientos médicos y a los medicamentos indispensables para la vida, incluida la posibilidad de atención domiciliaria.
Dirigió además un llamado para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras que destruyen no sólo las riquezas materiales, culturales y sociales, sino también —y por mucho tiempo— la integridad moral y espiritual.
Indicó la urgencia de abolir y gestionar, de manera sostenible, la deuda internacional de los Estados más pobres.
Así como adoptar políticas de cooperación que, “más que doblegarse a las dictaduras de algunas ideologías”, sean respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer.
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]









