En medio de una tensión sin precedentes, en un país que vive desde hace años en tensión permanente, los venezolanos arrancan la semana previa a las elecciones parlamentarias más importantes de la era chavista, donde el oficialismo podría sufrir una dura derrota, según las principales encuestadoras del país.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con sus candidatos en todo el país, refuerzan la campaña proselitista y la seguridad de sus aspirantes, después de que el miércoles fuera asesinado el dirigente de ese sector, Luis Manuel Díaz, en Guarico.

La situación para el gobierno de Nicolás Maduro es más que difícil. No sólo porque según la empresa Datanalisis, del sociólogo Luis Vicente León, para quien la oposición aventaja a los candidatos chavistas por un margen de entre 23% y 30%, según sus últimos estudios, sino también por la presión internacional que debe soportar en las últimas semanas.

Ayer el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dio a conocer una carta abierta como respuesta a las expresiones del presidente Maduro que lo calificó de “basura”, luego de que éste condenara el asesinato de Díaz.

“Ser basura serían que no duelan los muertos de Venezuela”, dijo Almagro quien le pidió a Maduro que desarme a los grupos armados “en especial a los que dependen del gobierno o del partido de gobierno”.

A los cuestionamientos del mandamás de la OEA y de varios gobiernos europeos, Maduro también salió a responderle al presidente electo argentino, Mauricio Macri, quien había adelantado que pedirá al Mercosur la suspensión del gobierno de Caracas del bloque por la persecución de opositores. “El pueblo argentino se prepara para enfrentar a Macri”, dijo Maduro.

Ayer, Lilian Tintori, esposa del líder del MUD Leopoldo López, encarcelado desde febrero de 2014, lideró una multitudinaria marcha que culminó en Chacaito, donde la dirigente denunció que los venezolanos “esta bajo un terrorismo de Estado”.

“Nos quieren intimidar y asustar, pero el país inició el cambio, la gente decidió votar y cambiar”, acotó.

Además, explicó a través de la red social Twitter que fue citada el sábado a una reunión con expertos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) para coordinar la forma de protección policial, pero se negó a acudir.

“Decidí no asistir porque quien me acosa, me persigue y me intimida es el Sebin, la policía del Estado”, escribió en Twitter, donde recordó que su esposo se entregó en febrero del año pasado luego de que el Gobierno denunciara, asimismo, que había evidencias de planes para matarlo. “Ahora el régimen dice que me quieren matar, así como querían asesinar a Leopoldo. Ya nadie les cree”, expresó.

El próximo domingo más de 19 millones de venezolanos tendrán en sus manos la decisión de fortalecer una revolución inundada de problemas y de contradicciones o de volcarse hacia la oposición que buscará por primera vez en 17 años alcanzar una mayoría parlamentaria.

Con información de EFE

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