Con las secuelas de más de cuatro meses —de abril a agosto de 2015— de masivas marchas callejeras contra la corrupción política que aportaron presión popular para lograr la renuncia de Otto Pérez Molina a la presidencia y su encarcelamiento, Guatemala avanza hacia una segunda y final ronda electoral que, sin importar el resultado, marcará un hecho sin precedentes en su historia.

Si gana la ex primera dama Sandra Torres, será la primera mujer en convertirse en presidenta de Guatemala. Si triunfa el cómico Jimmy Morales, será el primer hombre que alcanza la presidencia sin proceder de los tradicionales estratos políticos, militares y económicos que controlan el poder desde hace más de 60 años.

“Para cualquiera que gane, el ingrediente más definitorio de esta montaña de problemas serios e insuficiencias graves es una ciudadanía con la mecha muy corta”, alertó el guatemalteco Eduardo Stein, ex vicepresidente de Guatemala y consultor independiente internacional.

“El año que normalmente concede la población a todo gobierno o la luna de miel de seis meses, eso ya no existe. La gente va a estar esperando resultados desde el primer mes con niveles muy grandes de impaciencia”, dijo Stein a EL UNIVERSAL, al subrayar que el próximo gobierno recibirá una estructura pública “con muchas infecciones internas de corrupción”.

Morales, del centroderechista Frente de Convergencia Nacional (FCN), se consolidó como favorito para ganar la segunda ronda de las elecciones presidenciales del próximo domingo, con una ventaja de más de 35 puntos sobre Torres, de la centroizquierdista Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), según una encuesta difundida ayer por el diario Prensa Libre, el principal del país.

El candidato recibiría 67.9% de los votos válidos, mientras que Torres quedaría rezagada con 32.1%. Para ganar se requiere mayoría simple y la persona que triunfe asumirá el 14 de enero de 2016.

El cómico —famoso personaje del cine y de la televisión guatemalteca— ganó la primera ronda, efectuada el 6 de septiembre anterior (junto a las elecciones de legisladores y munícipes) y a la que llegó sin ser favorito.

Torres, divorciada del ex presidente Álvaro Colom —quien gobernó de 2008 a 2012—, acumula experiencia política y gubernamental y sería la primera presidenta de esta nación de más de 16 millones de habitantes en la que el sector femenino arrastra siglos de exclusión.

La expectativa crece en Guatemala, estremecida a inicios de septiembre pasado por la dimisión de Pérez, quien permanece en prisión al igual que otros miembros de su gobierno como presunto jefe de una red criminal de sobornos a importadores en aduanas que provocó una millonaria defraudación fiscal. El escándalo desató una aguda crisis institucional.

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