Al menos treinta supuestos insurgentes murieron en operaciones de las Fuerzas de Seguridad en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, diez de ellos en el bombardeo de un dron estadounidense, informó hoy a Efe una fuente policial.

"Diez militantes murieron ayer en el bombardeo de un dron de tropas extranjeras en el distrito de Haska Mena" en una operación coordinada con Fuerzas de Seguridad afganas en la que no hubo víctimas civiles, dijo el portavoz provincial de la Policía, Hazrat Husain Mashriqiwal.

Otros quince talibanes fallecieron y nueve resultaron heridos en enfrentamientos con fuerzas afganas en el distrito de Shirzad de la misma provincia, afirmó el portavoz.
"Varias zonas, particularmente carreteras que conectan la capital -provincial- Jalalabad con sus distritos, han sido liberadas de militantes" en una ofensiva que comenzó el 1 de agosto, aseguró Mashriqiwal.

En las últimas semanas, las tropas internacionales han intensificado sus bombardeos contra los talibanes y sus oponentes del EI en varios distritos de Nangarhar, donde ambos grupos luchan entre sí por el control de unas áreas remotas pero de alto valor estratégico por ser fronterizas con Pakistán.

Al menos tres altos mandos del EI fallecieron en estos ataques, entre ellos Hafiz Sayd Jan, líder de esta formación para Irán, Afganistán y Pakistán, la denominada región de Jorasan.

El Estado Islámico ha irrumpido recientemente en Afganistán, lo que altera el escenario de guerra de los últimos 13 años, y el Gobierno afgano ha establecido unidades especiales para combatirlo.

Estados Unidos mantiene desplegados a 9 mil 800 militares hasta final de año como parte de su misión "antiterrorista" en Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país prevista inicialmente para este mismo año.

jlc

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