La ex primera ministra de Tailandia Yingluck Shinawatra compareció hoy ante el Tribunal Supremo para prestar declaración en un juicio en su contra por presunta negligencia antes del golpe militar de 2014.

La exmandataria, que se enfrenta hasta a diez años de cárcel si es encontrada culpable, declaró a primera hora de la mañana en el tribunal en Bangkok y tendrá su próxima vista a finales de octubre, precisaron a Efe fuentes judiciales.

Yingluck, primera ministra entre 2011 y 2014 con mayoría absoluta, se enfrenta a los cargos de negligencia por pérdidas e irregularidades en el programa de subvenciones que aprobó durante su mandato para garantizar el precio del arroz.

Su Gobierno almacenó el arroz comprado directamente a los agricultores a la espera de que aumentara el precio, pero éste se devaluó en el mercado internacional y Tailandia perdió el liderazgo como primer exportador mundial de arroz, según la acusación.

La Comisión Anticorrupción afirma que el plan de ayudas causó unas pérdidas de 600 mil millones de baht (unos 18 mil 300 millones de dólares o 17 mil100 millones de euros) , fomentó la corrupción y perjudicó a los agricultores por el retraso de los pagos prometidos.

Yingluck no está acusada de corrupción sino de haber fallado en su deber de evitar la mala gestión de ese programa de ayudas.

La exmandataria fue depuesta tras una polémica sentencia del Tribunal Constitucional acusada de abuso de poder por influir en el relevo de un alto cargo, pocos días antes de que el Ejército tomara el poder en un golpe de Estado en mayo de 2014.

El pasado enero, la Asamblea Nacional, escogida a dedo por los militares golpistas, inhabilitó a Yingluck para cualquier actividad política durante cinco años, por la misma acusación de negligencia en el plan de subsidios.

Tailandia padece una profunda crisis política desde la asonada militar en 2006 contra el ex primer ministro Thanksin Shinawatra, hermano de Yingluck.

Thaksin, quien fue condenado en rebeldía a dos años de cárcel en 2008, vive en el exilio, aunque conserva el apoyo de gran parte de la población rural del noreste y las clases más humildes, que se ganó con sus políticas populares durante sus años de gobierno (2001-2006) .

El ex jefe del Ejecutivo y sus aliados, que han ganado todas las citas electorales desde el 2001, tienen en contra a la élite militar y la mayoría de los burócratas y clases altas cercanos a la monarquía, así como la mayor parte del electorado sureño.


lsm

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