El restaurante de vanguardia boliviano Gustu espera esta semana invitar a un cliente especial y recibir el santo sello de aprobación para su nueva creación: una hostia de quínoa.

Los cocineros de Gustu esperan que el Papa Francisco reciba la hostia durante su visita al país andino esta semana, la segunda parada de la "vuelta a casa" del Pontífice argentino, que visitará tres países sudamericanos.

La idea nació de un grupo de productores de quínoa y los cocineros del restaurante dijeron que las hostias fueron entregadas al Gobierno para que las reciba el Papa.

"Estoy bastante nerviosa sobre qué va a pensar", dijo Mónica Márquez, la pastelera de 25 años con un tatuaje de una pequeña cruz detrás de la oreja.

Gustu es una creación del cocinero danés Claus Meyer, muy reconocido por su restaurante Noma en Copenhague, que es considerado uno de los mejores en el mundo. En el menú boliviano hay tartar de llama y trucha del Lago Titicaca con llullucha, un alga dulce. El restaurante abrió en 2013 y fue muy bien recibido por la crítica.

A diferencia de sus vecinos Argentina y Perú, Bolivia no es conocida por su alta cocina. Con Gustu, Meyer buscó reinventar las tradiciones culinarias del país y globalizarlas. En sus estantes hay vinos y licores bolivianos poco conocidos, cultivados en la altura del país andino.

Las hostias de quínoa no pueden ser usadas en la comunión porque fueron preparadas por laicos, pero pueden promocionar el cereal andino.

Los cocineros de Gustu experimentaron durante días con diferentes harinas de quínoa antes de elegir una mezcla de quínoa molida negra, roja y blanca.

"Pensamos que probaríamos a ver qué pasa. Estamos acostumbrados a experimentar con nuevas recetas", dijo Márquez.

La quínoa es considerada un "súper alimento" que ha sido la base de los agricultores andinos durante miles de años, pero que ha sido introducida recientemente en países occidentales con mayor conciencia de la salud.

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