El papa Francisco alertó ayer del peligro de una nueva guerra mundial y llamó a la paz y a la reconciliación entre las religiones en su visita a Sarajevo, ciudad en la que conviven fieles de distintas creencias y que fue escenario de la guerra civil que vivió la antigua Yugoslavia durante la década de los 90.

“También en nuestro tiempo, el deseo de paz y el compromiso por construirla contrastan con el hecho de que en el mundo existen numerosos conflictos armados. Es una especie de tercera guerra mundial combatida ‘por partes’ y, en el contexto de la comunicación global, se percibe un clima de guerra”, lamentó el religioso en su homilía en el estadio de Kosevo de la capital de Bosnia-Herzegovina, al que acudieron unas 65 mil personas.

“Hay quien este clima lo quiere crear y fomentar deliberadamente, en particular los que buscan la confrontación entre las distintas culturas y civilizaciones, y también cuantos especulan con las guerras para vender armas”, añadió.

Sarajevo fue hace 20 años escenario de la guerra entre los bosnios musulmanes, los serbios ortodoxos y los croatas católicos. Entre 1992 y 1995 murieron unas 100 mil personas en Bosnia. Muchas zonas de la ciudad quedaron devastadas y tan sólo allí murieron unas 10 mil personas, casi 2 mil de ellas niños.

El país balcánico sigue profundamente dividido y su situación económica y social es complicada. “La paz sea con vosotros” fue el lema del octavo viaje del Papa al extranjero.

La guerra significa destrucción, vidas rotas, subrayó Francisco. “Ustedes lo saben bien, por haberlo experimentado precisamente aquí, cuánto sufrimiento, cuánta destrucción, cuánto dolor. Hoy, queridos hermanos y hermanas, se eleva una vez más desde esta ciudad el grito del pueblo de Dios y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad: ¡Nunca más la guerra!”, apuntó.

Durante un encuentro previo en el palacio de la presidencia tripartita, Francisco había destacado los avances conseguidos en estas dos décadas, pero llamó también a no darse por satisfecho con ello.“Sarajevo es la Jerusalén de Europa”, dijo el religioso, que se definió como un “peregrino de la paz” que llega a la capital de Bosnia-Herzegovina.

Los responsables políticos “están llamados a la noble tarea de ser los primeros servidores de sus comunidades” y proteger “los derechos fundamentales de la persona humana”, señaló a las autoridades que le dieron la bienvenida. “De ese modo, será posible construir, con un compromiso concreto, una sociedad más pacífica y justa, para que con la ayuda de todos se encuentre solución a los múltiples problemas de la vida cotidiana del pueblo”.

La Santa Sede “espera fervientemente que, con la ayuda de todos y después de que las nubes oscuras de la tormenta han desaparecido finalmente, Bosnia y Herzegovina pueda proceder en el camino emprendido, para que después del frío invierno florezca la primavera. Y aquí se ve florecer la primavera”, destacó el Pontífice.

El principal tema de las conversaciones con la presidencia tripartita fue la aspiración del país a pertenecer a la Unión Europea (UE), aseguró Federico Lombardi, portavoz de Francisco.

“El Papa no tiene facultades políticas específicas, pero dijo que Bosnia-Herzegovina es una parte integral de Europa”, señaló el vocero.

Todos los líderes religiosos y políticos, inclusive los serbios, que suelen tener una postura indiferente en relación al Vaticano, le dieron la bienvenida a Francisco. “Espero que la visita sirva para que nuestros políticos se den cuenta de que no son el centro del mundo, sino que el mundo ve cómo este país atravesó la guerra y necesita ayuda”, manifestó el líder de la Comunidad Judía bosnia, Jakob Finci, al diario Dnevni Avaz.

Con un 50% de la población, los musulmanes son el grupo mayoritario en el país, seguidos de ortodoxos y católicos. La cifra de católicos se redujo a la mitad desde la guerra y hoy representan alrededor de un 15% de los 3.8 millones de habitantes del país.

Otro punto destacado del viaje fue un encuentro interreligioso y ecuménico en la tarde. El Papa se reunió asimismo con los jóvenes en el Centro Diocesano Juvenil “Juan Pablo II”, antes de partir de vuelta al Vaticano.

Con su viaje a Bosnia-Herzegovina el papa Francisco parece haber mantenido la tendencia de sus giras anteriores. El argentino visitó antes naciones como Sri Lanka, Corea del Sur o Albania, marcadas por los conflictos políticos y religiosos.

“Aún no visitó su país natal, Argentina, España lo invitó, pero él vino aquí”, dijo el presidente de la asociación cultural croata, Franko Topic. “Es un mensaje que muestra que (Bosnia) es importante para él”. Agencias

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