El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo ayer que el organismo debe "entonar un mea culpa" por haber excluido a Cuba 47 años y prometió que en su mandato intentará "resolver las culpas"de la institución en relación al país caribeño.

"La OEA debe entonar un mea culpa porque no puede basarse en ningún tipo de exclusiones y menos de países cuando buscan su camino a través de su pacto social", sostuvo Almagro en la jornada de diálogo con la sociedad civil previa a la 45 Asamblea General de la OEA, que se llevará a cabo hoy y mañana en Washington.

Almagro hizo estas declaraciones tras recibir peticiones para pronunciarse sobre la situación en Cuba y Venezuela; activistas de los 35 países del continente expresaron sus inquietudes, en un encuentro atípico que tiene como único tema la renovación del organismo. Aunque Cuba y Venezuela no forman parte de la agenda oficial de la Asamblea, el tema se ha hecho presente.

Rosa María Payá, activista cubana e hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, dijo a Almagro: "Usted ha hablado aquí de ampliar derechos, yo le quiero preguntar si podemos esperar un pronunciamiento de la OEA que pida el fin de la impunidad en Cuba y Venezuela... En mi país hace casi 70 años que no se celebran elecciones libres y plurales. Quiero preguntarle, ¿está usted a favor del derecho a decidir de los cubanos?".

Almagro evitó responder directamente a esta cuestión pero sí hizo reflexiones generales, sin citar países, con posibles lecturas tanto para situación política en Cuba como para la crisis en Venezuela, sobre la que otros activistas le pidieron que actúe. "Toda exclusión de un sistema político no puede ser admitida, la base de la democracia es la participación de todos, el gobierno pertenece al pueblo... No hay peor corrupción que suspender unas elecciones, porque le están sacando al pueblo lo más fuerte que tiene: la capacidad de decidir", dijo Almagro.

Afirmó asimismo que la OEA "deb e involucrarse siempre que el funcionamiento de un sistema democrático se vea alterado o pospuesto, como ha pasado con elecciones que se han ido posponiendo en el tiempo".

El nuevo secretario general, que tomó posesión el 26 de mayo, ha evitado cualquier declaración contundente sobre la situación política en Cuba y Venezuela.

Sin embargo, dijo que "cada cubano debe ver protegidos sus derechos civiles, políticos y económicos como el resto de ciudadanos de América".

La reintegración de Cuba, el único de los 35 países del continente que no participa en la OEA, es uno de los objetivos clave del mandato de Almagro, que forjó buenas relaciones con el gobierno de Raúl Castro en sus años de canciller (2010-2015) en Uruguay durante el gobierno de José Mujica.

"La bandera de Cuba está con las banderas de los países miembros, como ven, pero no se han establecido las condiciones de diálogo y trabajo conjunto que permitan a Cuba volver a esta organización. Hay debes del gobierno cubano y debes de la OEA", consideró.

En este marco, la crisis política en Venezuela es el primer desafío al que tendrá que enfrentarse Almagro. El secretario general ofreció el 10 de junio una misión de observación electoral de la OEA para los comicios parlamentarios en Venezuela previstos para este año.

La crisis en el país sudamericano provocó uno de los momentos más tensos de la jornada, cuando la intervención del viceministro para América del Norte de Venezuela, Alejandro Fleming, fue interrumpida por un grupo de activistas al grito de "sinvergüenza y libertad".

Otro de los debates más encendidos fue el que giró en torno a la agenda de derechos humanos de Almagro, que llega con el bagaje progresista del gobierno uruguayo de José Mujica. Asociaciones contrarias al aborto, al matrimonio homosexual y a la legalización de las drogas expresaron su preocupación de que Almagro quiera trasladar la vanguardista agenda progresista de Uruguay a la OEA.

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