El número de muertos por las lluvias e inundaciones en Texas durante el fin de semana se elevó a 15 en toda la entidad, mientras continua la búsqueda de 11 personas que permanecen en calidad de desaparecidas.

De acuerdo con las autoridades, las muertes en Texas incluyen a un hombre cuyo cuerpo fue sacado del río Blanco; así como un niño de 14 años de edad, que fue encontrado con su perro en un colector de aguas pluviales en Dallas.

También una estudiante de preparatoria que murió el sábado después de que su automóvil fue arrastrado por la corriente en las afueras de San Antonio y un hombre cuya casa móvil fue destruida por lo que se presume fue un tornado.

Las autoridades informaron de la muerte de otras cinco personas en Houston, donde la noche del pasado lunes se registraron acumulaciones de más de 27 centímetros de lluvia, inundando calles y autopistas, dejando varados a cientos de automovilistas.

La alcaldesa de Houston, Annise Parker, señaló que dos personas cayeron de una barcaza y no han sido encontradas.

Las inundaciones en Houston afectaron prácticamente todas las áreas de la ciudad y paralizaron algunas zonas. El Departamento de Bomberos informó que se efectuaron más de 500 rescates de personas atrapadas por el agua en sus casas o automóviles.

Al menos dos mil 500 vehículos fueron abandonados en las calles de Houston por los conductores que buscaron un terreno más alto, dijeron las autoridades. La lluvia del lunes inundó algunas tiendas del primer piso del Centro Comercial Galleria, el más reconocido de Houston.

Funcionarios del Condado de Harris, que abarca el área metropolitana de Houston, informaron que unas 700 viviendas sufrieron algún nivel de daño por las inundaciones.

Sin embargo, la zona más afectada es la pequeña comunidad de Wimberley, al sur de Austin, donde entre 350 y 400 casas fueron dañadas cuando una pared de agua formada por el desbordamiento del río Blanco se abalanzó sobre las calles, arrastrando algunas viviendas.

Equipos de rescate reanudaron este miércoles la búsqueda de 11 personas que continúan como desaparecidas en el área de Wimberley.

Las tormentas durante el fin de semana pusieron a prueba los procedimientos de alerta y de evacuación del gobierno. Las autoridades señalaron que sus sistemas de advertencia a la población, que incluyó alertas a través del teléfono y en persona, funcionaron como se tenía previsto.

Sin embargo, residentes en zonas afectadas como Wimberley y Houston señalaron que las advertencias sobre el mal tiempo no llegaron a tiempo.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró el estado de emergencia por desastre en 37 condados de la entidad, lo que permite una mayor movilización de recursos del Estado para ayudar a la recuperación.

La zona recibió una declaración federal de desastre la mañana de este martes, luego de que el presidente estadunidense Barack Obama conversó con el gobernador Abbott sobre las inundaciones en la entidad y ofreció sus condolencias a las víctimas de las tormentas.

Obama manifestó que personal de la Administración Federal de Emergencias se encuentra ya en la zona.

El Servicio Nacional del Clima (NWS) pronosticó que las lluvias podrían continuar sobre Texas al tenerse entre un 20 a 40 por ciento de probabilidad de tormentas eléctricas para el resto de la semana en el centro y este de la entidad.

ahd

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