La Haya / Roma.— Casi 3 mil 200 personas murieron en la frontera sur de Europa entre 1990 y 2013 durante su intento por llegar a las costas del continente, de acuerdo con las cifras de una base de datos creada por investigadores de la Universidad Libre de Ámsterdam, presentada ayer.

Las tragedias con inmigrantes se repiten de manera regular en el Mediterráneo, pero la cifra de muertos en los naufragios suele ser una estimación porque las autoridades desconocen cuántos desaparecidos hay y los cadáveres muchas veces no se encuentran en el mar.

“Esta base de datos subraya la indiferencia de los Estados europeos durante décadas. Tenían esta información todo el tiempo, pero nunca la recolectaron”, señaló en La Haya uno de los responsables del proyecto, el profesor Thomas Spijkerboer, quien destacó que la base de datos es la primera de este tipo, y que se basa en los registros de las muertes en los países del sur de Europa.

Los 13 investigadores holandeses que compilaron la lista, bautizada “Muerte en las Fronteras”, calculan que el número de muertos confirmados entre 1990 y 2013 en España, Italia, Grecia, Malta y Gibraltar es de 3 mil 188. Aunque la mayoría eran hombres de entre 20 y 40 años, entre ellos habría 65 niños menores de diez años y 190 de entre diez y 19 años.

Según la investigación, mil 977 personas murieron ahogadas, 145 de hipotermia, 116 de heridas por actos de violencia, 76 de paros cardíacos, 67 por deshidratación, 51 por asfixia y 756 por causas desconocidas.

Los refugiados del norte de África y subsaharianos suponen más del 40% de las muertes. El año 2013 fue el más mortal, con 477 muertos, entre ellos 366 de un solo naufragio cerca de la isla italiana de Lampedusa.

El recuento de la Universidad Libre es mucho menor que las estimaciones que manejan las organizaciones no gubernamentales y activistas de derechos humanos, que suelen incluir a los desaparecidos.

Por ejemplo, el blog Fortaleza Europa, que se basa en informaciones de la prensa, cree que desde 1988 ha habido al menos 21 mil 439 muertos.

En tanto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) denunció que miles de refugiados se encuentran desamparados en botes precarios en el mar en el sudeste de Asia, la mayoría pertenece a la minoría musulmana de los rohingya, perseguida en Myanmar.

El jefe de la oficina de la OIM en Tailandia, Jeff Labovitz, subrayó que estas personas viajan en barcos sobrecargados, sin comida o bebida suficientes. Por eso llamó a las autoridades de Tailandia, Malasia e Indonesia a permitir que lleguen a tierra. Agencias

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