La industria aeronáutica está entrando en una nueva etapa de innovación tecnológica y de profundas transformaciones operativas. En esta semana se lleva a cabo la más importante exhibición de la industria aeroespacial internacional: El Salón Aeronáutico de París-Le Bourget, que ha sido el referente de la aviación civil y militar mundial.

Este evento es apasionante por los avances para la aeronavegación y las operaciones de tierra y monitoreo satelital del transporte de pasajeros y carga que surcan permanentemente los cielos del planeta.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, inauguró este evento, donde participan las más importantes empresas de esta gran industria con una serie de maniobras espectaculares de acrobacias a cargo de la Fuerza Aérea Francesa.

Desde hace décadas la industria aeroespacial ha sido uno de los primeros sectores económicos globalizados por la contribución de diversos países en la investigación, desarrollo tecnológico, fabricación de las aeronaves, combustibles, instrumentos y sistemas que soportan la seguridad y operatividad en vuelo y en tierra.

En esta ocasión, esta exhibición despertó un gran entusiasmo por las sorprendentes innovaciones técnicas para operar aeronaves a distancia, aplicaciones múltiples de sistemas robóticos y de inteligencia artificial que permitirán ampliar la autosuficiencia de vuelo, economía de combustibles, aunado al desarrollo de nuevos materiales más livianos de alta resistencia, motores eléctricos y naves capaces de operar en alturas extremas y temperaturas muy bajas, entre otras aplicaciones.

Es aquí donde se acuerdan las grandes transacciones de compra de aeronaves y la renovación programada de las diversas flotas aéreas, así como los servicios de tierra, para la navegación, los simuladores de vuelo destinados al entrenamiento con sofisticados modelos de realidad virtual para casos extremos y una vasta variedad de nuevos equipos de mantenimiento mecánico, logística y de operatividad de servicios aeroportuarios.

Hoy, dos aspectos afectan el optimismo de otros años. Por una parte, las tensiones de la política proteccionista del presidente Donald Trump, predominantemente marcado por su confrontación comercial con China. En segundo lugar, por las consecuencias fatales de los accidentes aéreos recientes, vinculados a complicaciones de funcionamiento de instrumentos fundamentales de aeronavegación.

Destacan los nuevos diseños de aviones y helicópteros para usos múltiples, como incendios forestales, desastres naturales, seguridad ciudadana, rescate, sistemas anfibios para daños climáticos, entre otros.

Una de las grandes búsquedas está relacionada con el avance de la navegación aérea a distancia que ha evolucionado a partir de los drones para fines bélicos y pacíficos, con experiencias que aportan la posibilidad de desarrollar aplicaciones para vuelos comerciales.

En escenarios futuros se contempla un crecimiento sostenido del turismo mundial, cuya movilidad ofrece grandes oportunidades para los países interesados en aprovechar sus ventajas comparativas para ampliar y modernizar todas las actividades relacionadas con las instalaciones aeroportuarias y los servicios directos e indirectos que cada día cobran mayor importancia y generan flujos crecientes de actividad económica y un impacto positivo en la generación de empleos. Hay optimismo en el creciente papel de México como un competidor importante del turismo mundial, así como por la posibilidad de que se sigan recibiendo inversiones para el desarrollo y fabricación de aeropartes en nuestro territorio.

Rúbrica. División de Poderes. El debate migratorio indica que hasta en el mismo partido hay voces independientes.


Político, escritor y periodista.
@AlemanVelascoM.
articulo@alemanvelasco.org

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